Sin embargo, el FNRP enfatizó que "sin cumplimiento integral" de las demandas que el frente planteó al presidente de Venezuela y mediador en el conflicto hondureño, Hugo Chávez, junto con el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, "no debe permitirse el reingreso de Honduras a la OEA".

Esos puntos son: el retorno seguro de los exiliados, incluyendo al coordinador general de la Resistencia, Manuel Zelaya, que se detengan las políticas represivas y se castigue a los responsables de violaciones a los derechos humanos, que se inicie un proceso para la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente originaria, participativa, incluyente y democrática; y que se reconozca al FNRP como una organización política y social beligerante en Honduras.

Para el canciller venezolano, Nicolás Maduro, aunque "se han dado avances en el cese de su persecución", todavía falta cumplir el resto de los acuerdos negociados con el presidente hondureño Porfirio Lobo durante la reunión con los mandatarios de Venezuela y Colombia, en Cartagena de Indias.

La semana pasada, un tribunal de apelaciones subordinado a la Corte Suprema de Justicia suspendió las causas por corrupción, denunciadas por falsas, contra Zelaya que habilitaban una detención contra el ex presidente si pisaba suelo hondureño.

No bien conocida esa decisión de la Justicia hondureña, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, anunció su intención de "iniciar en forma inmediata consultas con los estados miembros para examinar su disposición a convocar una Asamblea General a fin de considerar" el retorno de Honduras a esa institución.

La mayoría de los países sudamericanos no reconocen aún al gobierno de Lobo. Ayer, el canciller brasileño, Antonio Patriota, junto a su par venezolano, expresó: "Estamos apoyando estos esfuerzos. Hay luz en el final del túnel. Hay un texto que está en negociación, que podría transformarse en una especie de acuerdo entre los presidentes Lobo y Zelaya".