Sobre el escenario, de espaldas a la estación de Salto pero frente a los ciudadanos salteños y entrerrianos que fueron a presenciar la reinauguración del tren que había dejado de cruzar el río Uruguay hace 30 años; Mujica le habló al pueblo local, nacional y continental.

"Somos conscientes de lo que esto significa y te tenemos que agradecer pueblo de Salto, pueblos litoraleños, gobernadores del Litoral, cada vez nos tenemos que juntar más. Hay gente que vivirá un mundo que nosotros, los viejos, no podemos imaginar. Llega la época de las gigantescas uniones continentales, de las supranaciones como no ha conocido la historia de la humanidad", indicó el presidente uruguayo.

"Algunos se hicieron hombres sin ver el ferrocarril. Nos queda mucho por hacer, pero todos tenemos una brutal responsabilidad histórica, no podemos perder este partido, nunca estuvimos tan cerca en los últimos 50 años y tenemos que multiplicar las fuerzas", resaltó el Pepe.

"A veces, hay pájaros de mal agüero, que cuestionan porqué falta esto y lo otro, y... porque no tocamos a Dios con la mano. Vamos construyendo como podemos porque el Mercosur no es un manantial de virtudes, es lo que hemos podido hacer y lo que vamos a continuar haciendo", respondió a las críticas.

Para finalizar, Mujica sostuvo que el ferrocarril será el símbolo de un tiempo en el que "para no ser débiles habrá que unirse con los iguales, los que sueñan por comer todos los días y tener una casa relativamente digna en esta latinoamerica tan rica y potencialmente fuerte con la que aún tenemos una deuda. Nadie deba abdicar de la independencia pero hay que resignar para que la casa chica no claudique".

La presidenta argentina retomó el mensaje de Mujica y aseguró que los países más grandes tienen mayores responsabilidades como "los hermanos mayores" de la región y llamó a los argentinos y uruguayos a no repetir "esas cosas tontas que pasan entre los pueblos hermanos y los mantienen divididos", en referencia al conflicto que se mantuvo por la instalación de la pastera Botnia.

En ese sentido, Cristina recordó el desmantelamiento de los ferrocarriles iniciado en la década de 1970 y pidió "cooperación entre todos para que estos servicios se presten de la mejor manera" para no "responder a los intereses de quienes pivotean en los errores internos para desmontar los beneficios de nuestros pueblos".

Así, la mandataria exigió "un gran ejercicio de compresión para poder seguir creciendo y articulando este proceso de integración que es indetenible" y aseguró que "los únicos que han sacado rédito de nuestros divisiones fueron los que viven a miles de kilómetros de nuestros países".

Además, Cristina destacó a los jóvenes que "volvieron a ver en la política no sólo la manera de cambiar el provenir sino el presente" y resaltó que "los viejos militantes tenemos la misión de ayudarlos a que se equivoquen menos, de mostrarles que la historia no es un línea recta, que eso es sólo para la geometría. La política la construimos a pulmón y muchas veces con nuestras vidas".

"El mundo del futuro ya llegó y nos encuentra bien parados. El camino es la unidad, el camino es la integración", concluyó la mandataria.