El chofer del interno 63 de la empresa de transporte Polo, Julio César Jofré, que llevaba a un grupo de 42 estudiantes a realizar una misión solidaria a la localidad de Cazadores, había declarado que vio el tren "a unos doscientos metros", pero calculó que a esa distancia podía pasar sin problemas. Según el relato que hizo su abogado defensor Marcos Juárez, al pisar las vías que cruzan la ruta provincial 3 el colectivo "se murió", intentó arrancarlo, pero no pudo. Entonces, el bus fue embestido por una formación de América Latina Logística, que provenía de Mendoza cargado de carbón.

En la misma declaración, que dio el viernes pasado, Jofré negó haberse tirado del colectivo antes de que se produjera el impacto con el tren como señalan otros testimonios. Hasta esta tarde el chofer se encontraba alojado en la comisaría 28 de La Punta, ahora será trasladado a una dependencia del Servicio Penitenciario Federal.

El representante de algunas de los familiares de las alumnas del Santa María, el abogado José Luis Dopazo, sostuvo que las declaraciones de Jofré le habían parecido "contradictorias" y que en ellas el imputado "no se exculpa de responsabilidad".

Dopazo señaló también que según la información recolectada durante la indagatoria "iban mas personas que la capacidad del colectivo". Y remarcó que el chofer "no conocía esa ruta, era la primera vez que la recorría". "No obstante al ver el tren, inició el paso de las vías del ferrocarril, poniendo en peligro las personas que transportaba".