22:21 › "NO PUEDEN ARRESTAR UNA IDEA"
Miles de "indignados" protestaron de costa a costa en Estados Unidos al cumplirse el segundo mes desde el surgimiento del movimiento en el distrito financiero de Nueva York, donde la marcha fue duramente reprimida y hubo más de 200 detenidos. El llamado "Día de Acción" comenzó poco antes de las 8, cuando cientos de manifestantes inciaron una marcha pacífica desde la Plaza Zuccotti hacia la Bolsa, donde lograron superar las vallas que rodean el lugar a pesar del operativo policial establecido en la zona.
Poco después comenzaron los primeros enfrentamientos con la policía, que volvieron a repetirse en varias ocasiones ante el intento de las fuerzas del orden de disolver la marcha -que intentó sin éxito cerrar la Bolsa- y liberar las calles para que se reanudara el tráfico. Al menos 175 personas fueron arrestadas, según dijeron fuentes policiales y el sitio oficial del movimiento Occupy Wall Street, que denunció que entre los detenidos había un capitán de policía retirado y una mujer en sillas de ruedas, quien fue acusada de intentar obstruir el paso de los autos.
"Arresten a uno de nosotros y aparecerán dos más. No pueden arrestar una idea", señalaban algunos de los carteles llevados por los manifestantes, que desde septiembre protestan contra la desigualdad económica y social en Estados Unidos y contra "un sistema que sólo sirve a los más ricos y poderosos" y que prometen no tolerar.
Los enfrentamientos se produjeron dos días después de que la policía antidisturbios neoyorquina detuviera a 200 personas al desalojar de Zuccotti Park a los cientos de indignados que desde el 17 de septiembre acampaban allí, desde donde inspiraron manifestaciones idénticas en decenas de ciudades de todo el país. Hoy, barreras de acero y policías con uniforme antidisturbios cerraron a los manifestantes el acceso al corazón del distrito financiero, mientras aquellos que acudían a sus puestos de trabajo tenían que someterse a severos controles. Tras marchar en pleno Wall Street, los manifestantes de Nueva York regresaron a Zuccotti Park con el objetivo de juntarse nuevamente frente a 16 estaciones de subterráneo de Manhattan para "llevar nuestras historias a los trenes", según dijeron en su página web.
En el otro extremo de país, en Los Angeles, cientos de integrantes del movimiento "Occupy LA" marcharon por las calles del centro de la ciudad en adhesión al "Día de Acción". Más tarde, la policía local dijo haber arrestado a 23 simpatizantes del movimiento que hicieron una sentada y cortaron una calle céntrica. La manifestación, que se disipó tras los arrestos, fue organizada por Good Jobs LA, una coalición que incluye sindicatos, grupos de trabajo comunitario y otros.
En tanto, cientos de policías se desplegaron en Filadelfia, Portland, Denver, Dallas, Boston y Washington en previsión de disturbios durante las protestas. En Dallas, la policía desalojó a decenas de manifestantes de su lugar de campamento argumentando cuestiones de seguridad e higiene, y detuvo a 18 personas.
En las últimas semanas, varios campamentos de indignados fueron desalojados por fuerzas de seguridad en distintas ciudades. El caso que cobró más notoriedad fue el ocurrido el martes en Nueva York, cuando el alcalde Michael Bloomberg dio la orden de desalojo de Zuccotti Park por motivos de "seguridad" y para preservar la limpieza de la plaza. En la misma noche del desalojo, Bloomberg tuvo que permitir el regreso de los indignados al parque, aunque los manifestantes no pudieron retornar con sus tiendas de campaña ni bolsas de dormir en virtud de un fallo de la Justicia que les prohibió volver a acampar en el lugar.
En todas las ciudades, los manifestantes muestran un particular enojo con el hecho de que se volcaron miles de millones de dólares para rescatar a los bancos que generaron la crisis de 2008, permitiéndoles volver a hacer negocios multimillonarios, mientras los estadounidenses enfrentan el desempleo y la recesión. Aunque no están enrolados en los partidos tradicionales, los disconformes apoyan de hecho la iniciativa demócrata de quitarle las prebendas impositivas otorgadas al sector más adinerado de la población por el gobierno del republicano George W. Bush, siguiendo una tendencia iniciada por Ronald Reagan en la década del 80.
Solo un grupo de millonarios estadounidenses pidieron al presidente, el demócrata Barack Obama, y al Congreso, que les aumenten los impuestos por el bien de la Nación: "Por favor, hagan lo correcto", reclamaron los 138 integrantes de "Millonarios Patrióticos para la Fortaleza Fiscal" en una carta distribuida ayer. La agrupación se dirigió en particular a una comisión de 12 legisladores de ambos partidos que está promoviendo, entre otras medidas, la eliminación de exenciones fiscales, para reducir el déficit en 1,2 billones de dólares la próxima década, con el fin de sanear las debilitadas finanzas públicas.
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