00:36 › SOBERANíA HIDROCARBURíFERA
Por 208 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones, la Cámara de Diputados convirtió en ley la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol y declaró de “utilidad pública" la recuperación del “autoabastecimiento energético”, así como la “exploración, explotación, distribución y comercialización de hidrocarburos”. El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, al defender el proyecto oficial, recordó que "las decisiones se toman en un entorno y contorno determinados", reivindicó la figura del expresidente Hipólito Yrigoyen, quien creó YPF al final de su primer gobierno "y a nadie se le ocurrió reprochárselo". El legislador santafesino denunció que "YPF financió el crecimiento de Repsol en otros lugares del mundo (...) que el petróleo funciona como un commoditie, manejado por la especulación financiera, que desbarata cualquier intento de crecimiento económico", y sostuvo que "a partir de hoy el petróleo dejará de ser un commoditie y se convertirá en un insumo básico e indispensable para el crecimiento del país".
Al concluir la defensa de la inciativa del Ejecutivo, Rossi leyó una larga cita de Raúl Scalabrini Ortíz y remarcó que "no somos como el agua del tanque, no nos queremos pudrir": “Desalojemos de nuestra inteligencia la idea de la facilidad. No es tarea fácil la que hemos acometido, Pero no es tarea ingrata. Luchar por un alto fin es el goce mayor que se ofrece a la perspectiva del hombre. Luchar es, en cierta manera, sinónimo de vivir: Se lucha con la gleba para extraer un puñado de trigo. Se lucha con el mar para transportar de un extremo a otro del planeta mercaderías y ansiedades. Se lucha con la pluma. Se lucha con la espada. El que no lucha, se estanca, como el agua. El que se estanca se pudre.”
En el inicio del debate, el oficialismo y sus aliados más fieles se expresaron a favor y sin modificaciones de la media sanción del Senado. “La expropiación encuentra raíz en la Constitución”, dijo la kirchnerista Rosana Bertone, encargada de defender el proyecto del Ejecutivo. “Cualquier Estado puede expropiar entidades extranjeras” amparándose en el derecho internacional, sostuvo Bertone, e incluso tampoco contradice el tratado bilateral sobre inversiones: “No hay discriminación en la decisión y se prevé compensación justa”, aclaró sobre los reclamos de Repsol.
Por su parte, el radicalismo ratificó su apoyo en general a la iniciativa y repartió críticas para el Gobierno y con los propios diputados que se rebelaron contra la postura partidaria. Juan Pedro Tunessi y Fabián Rogel cuestionaron al Gobierno, defendieron la postura partidaria y la defensa “histórica” de YPF, en medio de reconocimientos de fisuras en el interior de su bloque. Luego, Ricardo Alfonsín siguió la misma línea. “Creemos que es necesaria la reestatización de YPF para reparar el error que cometieron en la década del ’90. Por eso vamos a votar a favor por principios”.
Desde el Frente Amplio Progresista calificaron la decisión del Gobierno como de “otra dimensión histórica”, pero sus diputados se pronunciaron por la derogación de los decretos desreguladores de Carlos Menem y reclamaron cambios en el articulado del texto original. Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur, manifestó su “esperanza” en que la “feliz iniciativa no sea un fracaso”. Victoria Donda propuso que la futura YPF sea una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria y no una SA sin control de los organismos del Estado.
El macrismo, en cambio, enarboló la bandera del rechazo a la expropiación que definió como “innecesaria e ilegal” y se adjudicó la vanguardia de quienes consideran que “otro país es posible”. El jefe de diputados del PRO, Federico Pinedo, arriesgó que “unos 40 diputados de varios bloques votarán en contra” de la ley y pronosticó que el macrismo triunfará en las elecciones “para gobernar” el país. Entre los que se encolumnarán con el macrismo figura la mayoría del interbloque del Peronismo Federal, que también tendrá legisladores propios que votarán afirmativamente el proyecto oficial y otros se abstendrán.
Con un discurso crítico hacia toda la dirigencia política, Elisa Carrió embistió contra el proyecto oficial, pero admitió que tampoco podía votar en contra de la estatización de YPF, aunque su bloque también dividirá postura entre el apoyo en general y la abstención.
El peronismo disidente se mostró preocupado porque el control estatal de la distribución y comercialización “perjudicarán al mercado”. Francisco de Narváez volvió a hablar en el recinto, la quinta vez en seis años como diputado: “Queremos una YPF controlada y no en manos de quienes la llevaron a esta condición”, afirmó.
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