Monti pretende retrasar hasta mediados de 2013 la suba del impuesto al valor agregado (IVA) del 21 al 23 por ciento, algo que había anunciado para octubre, debido a la recesión en el país. Aunque el viceministro de Economía, Vittorio Grilli, celebró el plan al indicar que "tendrá un efecto positivo sobre la economía", Monti y sus ministros vieron caer en picada su popularidad en las encuestas desde la introducción este año de aumentos de impuestos y el duro paquete de recortes para cumplir con el recorte del déficit exigido por la UE.

El gobierno asegura que las nuevas medidas, resultado de un análisis para reducir el gasto, permitirán ahorrar 4.500 millones de euros en lo que queda de 2012, 10.500 en 2013 y 11 mil millones en 2014, con la eliminación de ineficiencias en el sector público.

"Los recortes se concentran en el gasto en bienes y servicios (...) pero también se reducen los costos salariales y se da mejor uso a los edificios gubernamentales", aseguró Monti. También se disminuirá el número de provincias y regiones para ser sustituidas por "grandes áreas con menos gastos".

Los ajustes agravaron la recesión y del desempleo, que entre los jóvenes marcó esta semana un récord de 36 por ciento de desocupación. La deuda pública italiana es de más de dos billones de euros, la mayor de Europa, y representa un 120 por ciento de su producto bruto interno (PBI).