Como en la concentración del 13 de septiembre, los organizadores destacan el carácter "apartidario" y "autoconvocado" de la manifestación. Sin embargo, dirigentes políticos de todo el arco opositor llamaron en los últimos días a participar. El oficialismo denunció que el cacerolazo está fogoneado y financiado por sectores de poder.

“El #8N vayamos con una sola bandera, la argentina”, twitteó ayer por la tarde el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y tomó el puesto de convocante. Además, dispuso dar asueto a los empleados públicos de la Ciudad por el Día del Municipal.

El sábado, durante un acto de campaña en el conurbano bonaerense, el líder del PRO ya se había referido a la protesta: “El 8N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir”.

También anunciaron su presencia otros dirigentes cercanos al macrismo como Patricia Bullrich, que citó a todos sus simpatizantes a “marchar juntos al Obelisco”, o el duhaldista Eduardo Amadeo.

Bullrich convocó además desde el sitio web de su partido (unionportodos.org/8N), donde ofrece carteles con consignas para imprimir y llevar el jueves, la posibilidad de editar “tu propio cartel”, un ringtone de cacerolas y hasta un jueguito online para cacerolear sin moverte de tu computadora.

A la lista se suman el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, el jefe de los peones rurales y aliado moyanista Gerónimo “Momo” Venegas, el líder del FAP Hermes Binner y el peronista bonaerense Francisco de Narváez, quien afirmó que lo representarán en la marcha su esposa y sus hijos.

Desde el kirchnerismo, el senador Aníbal Fernández denunció el martes que la movilización está basada en una campaña financiada por la Fundación Pensar –el think tank del PRO–, la Sociedad Rural y otras fundaciones relacionadas con el macrismo.

“Cuando digo que está pago, está pago. Conozco de esto. Hay cientos de identidades falsas. Acá hay una conciencia de lo que se está haciendo. Y lo organizan sectores ligados a la extrema derecha”, sostuvo Fernández ante Página/12.

El pasado 13 de septiembre miles de personas, convocadas a través de las redes sociales y los principales medios de comunicación opositores, y arengadas por figuras anitkirchneristas, se manifestaron en Plaza de Mayo. Enarbolaron variadas consignas para oponerse a una posible re-reelección, a los controles cambiarios, a la corrupción, a la inseguridad y a la inflación.