Mientras la mayoría de los dirigentes opositores de distinto signo político apoya la convocatoria al “cacerolazo” promovido para esta tarde-noche a través de “las redes sociales”, pero dudan de sumarse a la movilización, el jefe de Gobierno porteño salió dispuesto a tratar de capitalizar el descontento de algunos sectores sociales con el Gobierno: “El #8N vayamos con una sola bandera, la argentina”, twitteó Mauricio Macri ayer por la tarde, ya no sólo para demostrar su adhesión sino como parte convocante, donde los afiliados al PRO no ocultaron su militancia por la movida. También anunciaron su presencia otros dirigentes ligados al macrismo como Patricia Bullrich, que citó a todos sus simpatizantes a “marchar juntos al Obelisco”, o el duhaldista Eduardo Amadeo. Una lista que engruesan el gastronómico Luis Barrionuevo, el jefe de los peones rurales y aliado moyanista Gerónimo “Momo” Venegas, el líder del FAP Hermes Binner y el peronista bonaerense Francisco de Narváez, quien afirmó que lo representarán en la marcha su esposa y sus hijos.

Macri no dudó en mostrarse convocante y unificador de los símbolos de la protesta a través de la red social Twitter. “El 8N nos representa como argentinos y como hombres libres que queremos vivir mejor, con respeto, con tolerancia y poniendo la energía en construir y no en agredir”, había dicho el sábado durante un acto de campaña en el conurbano bonaerense. Aunque el macrismo ya se había encargado de fogonear la convocatoria a través de su “usina de ideas”, la Fundación Pensar.

Tampoco quedaron atrás los dirigentes de otras fuerzas políticas que tributan al macrista Grupo de Acción Política para la Unidad (GAPU). Desde la página web de Unión por Todos, la ex CC Patricia Bullrich desechó el pedido de su ex jefa Elisa Carrió –que pidió que “los políticos no vayan” para no quitarle protagonismo “al pueblo”– y difundió consignas para “fotocopiar” y lucir en el cacerolazo, además de convocar a sus seguidores “para ir juntos al Obelisco sin identificación partidaria”. “Yo estuve junto con Bullrich y (Federico) Pinedo el 13S e iremos calladitos el 8N también”, twitteó el duhaldista Amadeo.

Pero éste no fue el único sector opositor que promovió la convocatoria al nuevo cacerolazo. El 8N “será una expresión lógica de la sociedad”, afirmó el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. “Vamos a acompañar masivamente con nuestra gente”, dijo el locuaz Barrionuevo, para referirse en realidad a que movilizará su propia tropa para protegerse de imprevistos. El Momo Venegas había señalado que no iba a participar “pero la gente debe marchar”, aunque luego cambió de idea: “el 8N participaré como ciudadano y no como dirigente”, también twitteó. “Con el cacerolazo se puede estar de acuerdo o no, pero no se puede dejar de reconocer que es un derecho que tienen los ciudadanos a manifestarse”, afirmó el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, para diferenciarse, pero no quedar al margen de la simpatía de los caceroleros.

Los radicales lo hicieron a su estilo. El titular de la UCR, Mario Barletta, defendió el cacerolazo contra el Gobierno al afirmar que representa “la mejor expresión de la vigencia de la vida democrática”, pero al mismo tiempo dijo que “los partidos políticos debemos ser prudentes, estar atentos y escuchar el mensaje de los manifestantes”. “No es bueno que los dirigentes políticos” se sumen a la protesta “para no mezclar las cosas y no dar lugar a malinterpretaciones”, sumó el senador Ernesto Sanz y sostuvo que el Gobierno, “principal destinatario”, deberá escuchar el mensaje, pero que también lo deben hacer la oposición y los jueces.

“Voy a participar, sin carteles y para escuchar a la gente”, prometió Hermes Binner el martes en el Senado durante un acto de “desagravio” al PS y el gobierno santafesino, aunque seguramente se sumará al cacerolazo en Rosario, donde se siente más protegido. Lo mismo que el ruralista Eduardo Buzzi, pero el jefe de la FAA lo hará desde los balcones de su departamento rosarino para evitar que el kirchnerismo lo tilde de “golpista”. La diputada del FAP Victoria Donda, en cambio, se mostró contraria a la participación de los dirigentes políticos en la marcha de hoy para “no enturbiar la convocatoria ciudadana”.