Al concluir la VI Cumbre presidencial de Unasur, el presidente de Perú, Ollanta Humala informó que los presidentes escucharon el informe del grupo especial creado para seguir la situación en Paraguay, país que fue suspendido del organismo hace cinco meses, tras la destitución de Fernando Lugo. "Se ha intercambiado informaciones y esperamos que el proceso (electoral) que se llevará próximamente sirva para su incorporación a la comunidad suramericana de naciones", señaló.

Al referirse a los proyectos aprobados, el anfitrión de la Cumbre explicó que con ellos se buscará mejorar "la conexión de los espacios de América del Sur, especialmente en zonas rurales y de fronteras".

"Hemos decidido dar impulso real al proceso de integración suramericano", remarcó Humala en una presentación ante los periodistas después de clausurar la cita de gobernantes.

Agregó que se estableció un plazo de diez años para que los proyectos estén terminados y que se harán con inversión pública y pública-privada, como una forma de incentivar la creación de puestos de trabajo. Humala detalló que cinco de los proyectos serán construidos en Perú y comprenderán tres ejes transversales en la Amazonía hacia Brasil y otros dos hacia Ecuador.

El gobernante, que estuvo acompañado por el secretario general de la Unasur, Alí Rodríguez, adelantó que los gobernantes avanzaron en la toma de 16 decisiones y aseguró que se están "dando pasos importantes para conseguir una ciudadanía suramericana".

También destacó que se buscará instalar el servicio de internet a bajo precio "en todos los rincones de Suramérica", atender los riesgos de desastres naturales e impulsar esfuerzos para consolidar a la región como una "zona de paz y apoyo solidario en la lucha contra el terrorismo".

La VI reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas se realizó sin la presencia de los mandatarios de Brasil, Dilma Roussef; de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; ni de Argentina, Cristina Kirchner, quien sufre un cuadro de lumbalgia y fue reemplazada por el vicepresidente, Amado Boudou.

Boudou resaltó “dos temas sumamente importantes de esta reunión, en especial para la Argentina". Por un lado, "hubo un rechazo explícito de la Unasur a la cuestión de la autoderminación y al referéndum que se planea llevar adelante en Malvinas, así como a su eventual resultado, lo cual reafirma la posición argentina y las resoluciones de las Naciones Unidas y constituye un éxito político para el pueblo argentino".

Además, el vicepresidente destacó el rechazo al accionar de los fondos buitres. Explicó que “son factores de desestabilización, son factores de ruina para los países centrales, no pagan impuestos e intentan no permitir que los países y los acreedores puedan tener acuerdos voluntarios, como el caso argentino".

Durante la Cumbre, Boudou impulsó además una propuesta que envió la Presidenta “relacionada con la arquitectura internacional” que incluye la necesidad de crear mecanismos generales de reestructuración de la deuda soberana, la resignificación del CIADI, la revisión de los tratados bilaterales internacionales y de las calificadoras de riesgo. Para estos puntos se propuso una reunión extraordinaria del bloque para febrero del año próximo.