"Lamentablemente no descartamos componentes políticos, vimos actitudes sospechosas y vehículos de los cuales se va a investigar si sus propietarios son ciudadanos comunes o tienen otro tipo de conexión", sostuvo el funcionario provincial. Y agregó: "No descartamos personas con antecedentes delictivos o con alguna intencionalidad de generar alguna inestabilidad".

En esa línea, Galassi afirmó que "los sectores ligados al narcotráfico aprovechan estas situaciones que les son favorables para sacar partido", del mismo modo que lo había dicho un día antes el diputado provincial del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli.

El ministro de Gobierno afirmó, en diálogo con LT3 de Rosario, no tener "dudas" de que "ha habido algunos instigadores" en los actos vandálicos de los últimos días. "Lo vimos desde el primer momento en Villa Gobernador Gálvez (localidad ubicada al sur de Rosario) y también hay algunos sectores que, por la condición social en la que están, son un caldo de cultivo propicio para que estas acciones prendan".

El funcionario sostuvo además que "la respuesta que planteó el gobernador (de Santa Fe, Antonio Bonfatti) es no tolerarlo". "Esto no ha tenido nada que ver con necesidades sino con instigadores y sectores que están en situación de marginalidad social y moral que no respetan ninguna norma de convivencia", sentenció Galassi.

En tanto, Lamberto señaló que "es inusual que al día de hoy todavía haya detenidos por el vandalismo ocasionado entre jueves y viernes pasado. Lo que sucedió en Rosario pasó en todo el país. Fueron saqueos pero también vandalismo y es bueno tener una mirada de lo que está pasando en el país para abordarlo con mirada colectiva", añadió.

De todas formas, el ministro de Seguridad apuntó, en diálogo con radio Dos, que "es prematuro hacer un análisis político" destacó el funcionario y señaló que "muchos vecinos manifestaban que los llamados soldaditos o sectores molestos por accionares públicos vinculados a la política antidroga del gobierno provincial".

Por su parte, el juez de Instrucción Javier Beltramone dijo que durante los saqueos se perpetraron los delitos de "robo y hurto calificado y fueron hechos cometidos en banda y con algún tipo de arma". Esos actos, dijo, "merecen penas de entre tres y diez años de prisión".

Y, apuntó que "esta situación se diferenció los saqueos de 1989 y del 2001 de los hechos de violencia registrados la semana pasada. Se trata de un hecho violento, de robo calificado porque se actúa en banda o bajo una determinada situación".