Su objetivo es -tal como lo exige la Comisión Europea- llevar por debajo del 3 por ciento del PIB en 2014, un déficit que en 2011 alcanzó el 9,4, y recuperar la confianza de los mercados para poder financiarse a intereses más bajos de los actuales.

"Aunque no todos puedan notarlo, esta política ya está dando algunos frutos tanto en términos puramente económicos (...) como sobre todo en la recuperación de la confianza y el reconocimiento de nuestros socios europeos y de los mercados financieros internacionales", afirmó el conservador Mariano Rajoy.

Desde su llegada al poder en diciembre del año pasado, el líder del Partido Popular emprendió numerosas reformas basadas en ajustes aconsejados por los organismos multilaterales de crédito y la Unión Europea. Algunas de ellas fueron la reestructuración de su sector financiero y las condiciones laborales, así como una draconiana política de recortes a los sectores más débiles.

"Aunque no todos puedan notarlo, esta política ya está dando algunos frutos tanto en términos puramente económicos (...) como sobre todo en la recuperación de la confianza y el reconocimiento de nuestros socios europeos y de los mercados financieros internacionales", afirmó.

No obstante, reconoció que "somos conscientes de que le hemos pedido un esfuerzo muy grande a los españoles" y dijo que "sabemos que esas políticas no producen efectos instantáneos, que mucha gente está impaciente (...) que se está dejando llevar por el escepticismo, cuando no por la desesperanza (...) que se siente decepcionada por la falta de resultados".