A casi cuatro años de la desaparición de Luciano Arruga, un policía quedó detenido por la sospecha de haber golpeado al chico de entonces 16 años en una comisaría de Lomas del Mirador, seis meses antes de que el 31 de enero del 2009 se lo viera por última vez.

Según informó el Ministerio de Justicia y Seguridad provincial, el detenido es Julio Diego Torales, que se desempeña ahora en la comisaría segunda de la localidad de Gregorio de Laferrere. El oficial participó en la detención de Arruga en Lomas del Mirador, en 2008, cuando el joven fue arrestado y acusado de robo de celulares en la zona.

Los fiscales Arribas y Cejas -que reemplazaron a la primera fiscal de la causa, Roxana Castelli- tienen a cargo el expediente principal por la desaparición de Arruga, del cual se desprendió una causa conexa por "severidades y vejaciones" a raíz de un hecho ocurrido en septiembre de 2008.

Al declarar en la causa por la desaparición ocurrida cinco meses después, la madre del adolescente, Mónica Alegre, dijo a la Justicia que al ser liberado en 2008, Arruga le contó que había sido golpeado y lesionado por los efectivos, y acusó a Torales. Respecto de ese hecho, Vanesa Orieta, hermana de Arruga, contó que ella estaba en el destacamento y escuchó que los policías le gritaban al adolescente: "Te vamos a llevar a la octava para que te violen, o terminás en un zanjón". Los golpes aplicados en aquella oportunidad fueron constatados por los médicos del Hospital de San Justo y desde entonces el chico fue interceptado varias veces en la calle por la policía.

Torales fue señalado como el policía que golpeó a Arruga durante su arresto y se lo detuvo por el cargo de "severidades y vejaciones a presos". Al ser indagado por los fiscales de La Matanza Carlos Arribas y Celia Cejas -a cargo de una unidad especializada en Homicidios Dolosos y Averiguación de Causales de Muerte-, el oficial rechazó los cargos y se declaró inocente.

El detenido no está vinculado directamente con la causa por la desaparición de Arruga, quien fue visto por última vez el 31 de enero del 2009. Hace algunas semanas, Vanesa Orieta, hermana de Luciano, denunció que ocho policías investigados en la causa continuaban en funciones a pesar de la promesa del gobernador Scioli de "sumariarlos y exonerarlos".

Durante una conferencia de prensa brindada el 28 de diciembre pasado, junto a los abogados de la familia y el Cels, Orieta recordó ocho policías sospechados en la causa, que habían sido puestos a "disponibilidad" y luego reincorporados en 2009 por el exministro de Seguridad Carlos Stornelli, aún continúan cumpliendo sus funciones. Además, en esa conferencia, Orieta exigió que se encuadre el caso como “desaparición forzada” y pase a la Justicia Federal, para dejar atrás la investigación por "averiguación de paradero", a cargo de la fiscal Celia Cejas. Los familiares también pidieron el enjuiciamiento para la fiscal Roxana Castelli, primera en conducir la investigación.

Arruga salió de su casa de la localidad bonaerense de Lomas del Mirador, partido de La Matanza, cerca de las 21 del 31 de enero de 2009, con 1,50 pesos en su poder hacia un cyber cercano, pero nunca regresó. La familia sostiene que el chico fue conducido al destacamento policial local, que no estaba habilitado para la detención de personas, y que algo ocurrió con él tras haberse negado a robar para la Policía.