“Bariloche prácticamente no tiene gobierno”, sentenció Alberto Weretilnek, quien la semana pasada, junto con el senador del Frente para la Victoria Pichetto, pidieron la renuncia del intendente Omar Goye ante la "debilidad y el aislamiento que demuestran él y el gobierno municipal". Ante esta situación, en el Concejo Deliberante local fue presentado un pedido de juicio político y varios funcionarios presentaron sus renuncias.

Para el gobernador, lo que ocurrió en esa ciudad "tiene que ver con una organización ligada a movimientos políticos y al delito”, y acusó a la Cooperativa 1° de Mayo, una de las acusadas por liderar los asaltos. "Esto está filmado y el problema es que tuvieron una relación durante todo el año con el gobierno de San Carlos Bariloche. Es más, el día después de haberse producido los saqueos, el Municipio, a través de la presión de su Intendente, le pagó 100 mil pesos la cooperativa, un cheque de 60 y otro de 40, supuestamente en contraprestación por haber construido una vereda”, denunció el mandatario en declaraciones a Radio Del Plata.

Por eso, insistió con que “lo que sucedió en Bariloche no tiene que ver con la pobreza; fue una acción organizada para generar caos y dejar una marca política”.

Por otra parte, negó que él y Pichetto hayan promovido un "golpe institucional", tal como fue interpretada la reunión que mantuvieron con Goye. “Lo dice la gente del Grupo Clarín que durante todo el año fueron críticos con la Intendencia y ahora lo defienden. A este gobierno le quedan tres años y todo Bariloche lo señala como responsable de los saqueos porque, dos semanas antes, el propio Intendente anunció que se iban a producir", sostuvo.

Hasta "les mandó una carta extorsiva a los súper diciendo que les dieran tickets para evitarlos y ellos después los repartieron entre los amigos”, dijo y agregó que se trata de "un gobierno totalmente deslegitimado, y hay que pensar en la gobernabilidad de la ciudad". Por este motivo, ratificó que "apostamos a un proceso que es la revocatoria de mandato”.