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"En 120 días se pagará la respectiva indemnización", señaló Morales en la ciudad boliviana de Cochabamba, tras realizar el anuncio acompañado por el vicepresidente, Álvaro García Linera, y del ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.

Para hacer efectiva la expropiación, tropas del Ejército de Bolivia se desplegaron en los aeropuertos del país gestionados por la empresa Sabsa, filial de las españolas Abertis y Aena, la tercera empresa española nacionalizada en menos de un año tras la expropiación de Transportadora de Electricidad, filial de Red Eléctrica, en mayo del 2012, y de las cuatro filiales bolivianas de Iberdrola, en diciembre de ese mismo año.

Luego de la medida, el gobierno español anunció que se replanteará sus relaciones con Bolivia. El Ejecutivo que encabeza Mariano Rajoy afirmó en un comunicado que "deplora profundamente la decisión tomada hoy por las autoridades bolivianas de nacionalizar la empresa de gestión aeroportuaria Sabsa" y en especial "la ocupación policial de sus sedes y demás medidas que han acompañado la nacionalización". Además, el Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García Margallo, aseguró en Bruselas que buscará la "solidaridad" de la Unión Europea (UE) para responder a la decisión del gobierno boliviano.