Las "disculpas" fueron ofrecidas por el viceprimer ministro Bülent Arinç, quien además pidió a los turcos que cesen hoy mismo las protestas, a las que calificó como "justas y legítimas".

"Me disculpo ante quienes sufrieron la violencia por ser sensibles a las cuestiones ambientales", pero "no pienso que debamos disculparnos ante los que causaron daños en las calles e intentaron bloquear la libertad de la gente", dijo Arinç sobre la represión policial que dispersó para una protesta contra la remodelación de un parque en el centro de Estambul.

Según el funcionario, "lo que hizo descontrolarse las cosas fue la utilización de gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad, por una u otra razón, contra personas que tenían inicialmente exigencias legítimas", insistió.

"Las primeras manifestaciones, motivadas por preocupaciones ecológicas, eran justas y legítimas", dijo Arinç en una rueda de prensa en Ankara, tras reunirse con el presidente Abdulá Gül. "Estoy convencido de que nuestros ciudadanos, responsables, cesarán hoy sus protestas", pidió y recordó que el gobierno turco respeta los "distintos estilos de vida" de todos los ciudadanos.

En tanto, el secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores Públicos de Turquía (KESK), Ismail Hakki Tombul, pidió que hoy y mañana se concurra a los lugares de trabajo "vestidos de negro y permanezcan allí sin trabajar", en señal de duelo por la muerte de dos manifestantes.