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Mangeri había sido trasladado a la Fiscalía de Asaro anoche cerca de las 21, cuando la madre y los hermanos de Angeles ya hacía ocho horas que se hallaban declarando. El hasta ahora único detenido del caso había trabajado como encargado del edificio de Ravignani 2360, de Palermo, hasta el último lunes, día en que desapareció y fue asesinada Angeles.

Ese mismo día, Mangeri llamó al consorcio y dio parte de enfermo, afectado por anginas y, desde entonces, se lo había dejado de ver en el edificio, en el cual vivía junto con su esposa, en el último piso. Las sospechas sobre él crecieron cuando ayer no se presentó a trabajar, a pesar de que ya tenía el alta médica.

Fuentes de la investigación dijeron que el encargado llegó anoche a la sede de la fiscalía, en calidad de testigo, pero en cierto momento del relato todo cambió. Si bien no trascendió su declaración, los investigadores explicaron a la agencia oficial Télam que Mangeri se autoincriminó y la fiscal lo relevó del juramento de decir verdad, lo imputó en la causa y quedó detenido.

Inmediatamente Asaro solicitó la declaración de la esposa de Mangeri, con quien vivía en el octavo piso del edificio de Ravignani, y su testimonio fue de vital importancia. Mientras la fiscal tomaba las declaraciones testimoniales, detectives de la División Homicidios volvieron al edificio en el que vivía Angeles con su madre, su padrastro y sus hermanos, y se dirigieron al departamento de Mangeri y al sótano donde el encargado guardaba sus herramientas y los útiles de trabajo.

La policía realizó, además, una inspección sobre el automóvil de Mangeri, un Renault Megane, color gris, modelo 1999, de donde se retiraron las alfombras para ser peritadas. Los investigadores sospechan, ahora, que en ese auto pudo haber sido trasladada la adolescente ya estrangulada y con una bolsa en la cabeza hasta el contenedor de basura donde fue arrojada.

Tanto la madre de Angeles, María Elena Aduriz, como sus hermanos Juan Cruz y Jerónimo, su abuela María Inés y su padrastro Sergio "Pato" Opatowski, se retiraron de la Fiscalía pasadas las 2 de la mañana.

Durante toda la madrugada se especuló con la posibilidad de que la fiscal también ordenara alguna medida contra algún miembro del círculo íntimo de Angeles, pero nada de esto ocurrió. Ahora se aguarda la declaración indagatoria de Mangeri, que tal como ya se consignó se producirá el próximo lunes.

Luego de la detención del portero, su esposa, Diana Saetone, denunció que el hombre sufrió "aprietes" por parte de desconocidos y en un patrullero donde "lo golpearon y quemaron".