Los querellantes se reunieron con José Quiroga Uriburu, presidente del tribunal federal que juzgará el hecho para hacerle el planteo y presentarle un documento llamado "Por el inicio del juicio a los asesinos de Monseñor Angelelli".

La petición se basa en que ya varios imputados y testigos murieron o fueron apartados de la causa por problemas de salud, "lo que dejó en la impunidad la autoría criminal de estos militares". Concretamente, las querellas hicieron referencia a los recientes fallecimientos de los imputados Jorge Rafael Videla y Albano Harguindeguy, y la declaración de insanía del ex jefe de la policía Edilio Cristóbal Di Césari. En la misma situación quedaron las acusaciones contra los militares Osvaldo Pérez Battaglia, Pedro Malagamba, Lázaro Aguirre y "otros de menor jerarquía militar".

Agregaron además que con "el largo reinado de las leyes de impunidad (se) impidió avanzar en investigaciones sobre los autores inmediatos, ejecutores directos del atentado criminal".

Las querellas le recordaron al magistrado que en diciembre la propia justicia federal anunció que el inicio del juicio se iba a concretar en marzo. Advirtieron que ello aún no ocurrió y que tampoco había hasta hoy fecha estimada para que se inicie un juicio oral sobre el caso.

En el comunicado entregado al juez señalaron que "después de 37 años, en el 2013 debería ser éste el último paso del largo y sinuoso camino hacia la justicia por el homicidio de Monseñor Enrique Angelelli". El párroco dedicó su vida al servicio de los más humildes y el 4 de agosto de 1976 fue asesinado por la dictadura, que fraguó un accidente de tránsito.