Parrilli no precisó el destino que tendrá el monumento en homenaje al colonizador, pero sostuvo que mantiene reuniones con las asociaciones italianas que presentaron amparos judiciales para evitar su remoción. Además, el secretario de Presidencia resaltó que "no está mal que los argentinos discutamos cuáles son nuestros íconos, qué figuras nos representan".

"Hicimos las cosas como corresponden", sostuvo el funcionario respecto de las tareas realizadas y desestimó las críticas sobre los costos que tuvo la remoción del monumento: "Si no hacemos nada por restaurarlo nos critican, si hacemos algo también".

El secretario general de la Presidencia agregó que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, "no tiene autoridad ni política ni de gestión" para "acusar al gobierno nacional de que no está respetando, o conservando los monumentos históricos" de la Ciudad. "La verdad es que son actitudes histéricas, propias de chicos caprichosos que piensan que se pueden llevar el mundo por delante gritando o haciendo declaraciones fuera de lugar", agregó respecto a las críticas de las autoridades porteñas.

"Ya ni siquiera trepidan hasta usar a Colón, a su historia y a la historia de los italianos, para estigmatizar y acusar al gobierno y ponerlo en contra de los sectores sociales históricos de la Argentina", expresó el funcionario en una conferencia de prensa realizada frente al monumento a la España Civilizadora, ubicada en la Costanera Sur. Allí remarcó el estado de abandon del grupo escultórico, en el que también aparece Colón, cuyas figuras de bronce se encuentran notoriamente vandalizadas, con extremidades rotas y faltantes, al igual que espadas y adornos de distinto tipo destruidos.

"Fíjense cómo está esto, aquí no vinimos nosotros ni un comando de La Cámpora a romperlo. Esto hace años que está así, olvidado, mutilado, con las fuentes llenas de basura, sin darle importancia. esta es la manera en que Macri y sus funcionarios quieren a la ciudad, y este no es el único, porque hay otros que están en el mismo estado", afirmó.