La votación resultó favorable al proyecto presentado por el Gobierno con 41 votos a 9 negativos, que correspondieron a senadores del FAP, del Peronismo Federal y el peronismo pampeano. El debate se extendió por menos de 4 horas debido al retiro anticipado del recinto del bloque radical. El miércoles pasado, el oficialismo había conseguido la aprobación en la Cámara de Diputados por 139 votos afirmativos, contra 91 negativos y cinco abstenciones.

En representación del Frente para la Victoria, el senador Aníbal Fernández explicó las ventajas de la iniciativa y subrayó que el Gobierno "aspira a obtener 2400 millones de pesos" con esta medida. Remarcó que en ningún momento el gobierno analizó la posibilidad de gravar los plazos fijos: "No lo haremos nunca porque en definitiva se trata del ahorro de los argentinos", sostuvo.

El legislador precisó que la presión tributaria está "rondando el 37 por ciento del PBI. Similar a la presión tributaria de países de ingresos medios" y agregó que "en 2003 el impuesto a las ganancias, más el derecho a importación, más bienes personales implicaban el 3 por ciento del PBI y hoy representan el 14 por ciento del PBI".

En representación del peronismo disidente, la senadora Liliana Negre de Alonso adelantó que su bloque votaría en contra y consideró que el proyecto "grava con el impuesto a las empresas que no cotizan en Bolsa, que son las pymes". Por su parte, el socialista Rubén Giustiniani reclamó el tratamiento de "una reforma del sistema tributario integral" y pidió volver a establecer el impuesto a la herencia derogado a nivel nacional pero que sigue vigente, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires.

El debate lo cerró el chubutense Marcelo Guinle (FPV), quien recordó que el aumento de la base imponible de Ganancias era algo "reclamado por todos" y dijo que el proyecto "en definitiva debe analizarse a la vista de lo que fue una excelente decisión" del Gobierno de "aumentar el mínimo no imponible y actualizar las deducciones diferenciando las distintas zonas del país".

La norma apunta a reemplazar parte de los fondos que dejarán de recaudarse al quedar eximidos de Ganancias los salarios brutos de hasta 15.000 pesos -de trabajadores casados y solteros-, medida que comenzó a regir desde el 1° de este mes y beneficia a 1.500.000 trabajadores empleados y jubilados. Se propone la eliminación de la exención sobre las acciones de empresas, aunque se estableció que sólo tributarán un 15 por ciento aquellas que no cotizan en bolsa, y el 10 por ciento sobre los dividendos.