Rousselot analizó que el periódico recibió amenazas en el pasado, pero actualmente no tenía razones particulares para tomar medidas especiales de seguridad. En tanto, la brigada criminal de la Policía Judicial parisina se encargó de la investigación y momentáneamente cerró tanto la calle como el ingreso a las instalaciones del diario.

El viernes por la mañana, un hombre armado había irrumpido también en las instalaciones en París de la cadena BFM TV y amenazó a los periodistas antes de huir. Sin embargo, no se ha podido establecer un vínculo entre ambos hechos.

También hoy, el sitio de Internet de Libération sufrió un ciberataque, apenas horas después de los disparos dentro de la redacción. "El sitio no puede ser actualizado por el momento", sostuvo el diario sin dar mayores precisiones, mediante la cuenta oficial de Twitter.