Durante el funeral de Eyal Yifrach (19 años), Gilad Shaer (16) y Naftalí Frenkel (16), el presidente Shimón Péres señaló que "el terrorismo es como un bumerán, va dirigido contra nosotros, pero al final alcanza a los que lo impulsan" y lamentó: "El pueblo rezó por un milagro para que los tres regresaran sanos y salvos, pero en su lugar la tragedia nos ha golpeado".

Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu insistió en culpar a la organización palestina Hamas y aseguró: "Capturaremos a los asesinos y a todos los que fueron responsables por el secuestro". La muerte de los tres adolescentes, que Hamas no se adjudicó, sucede a pocas semanas de que Palestina acordará un gobierno de unidad, que el ala conservadora del gobierno israelí rechaza por la inclusión del grupo armado, que controla parte del territorio palestino.

Por eso, el gobierno israelí llamó al presidente palestino, Mahmud Abbas, a disolver el gobierno de unidad nacional formado en mayo entre su partido, Al Fatah, y Hamas.

Los bombardeos de la aviación israelí contra 34 posiciones del movimiento de resistencia islámica se lanzaron anoche, horas después del hallazgo de los cadáveres de tres jóvenes, y dejó cuatro heridos y un joven muerto, según denunciaron los palestinos.

Las víctimas de los bombardeos contra una de las antiguas colonias judías en el interior de Gaza sufrieron heridas entre moderadas y graves y fueron ingresados en el hospital de Naser, en la localidad meridional de Jan Yunis, informó el portavoz del los servicios de emergencia de la Franja, Ashraf al Qidra.

En Jan Yunis, los aviones israelíes atacaron un campo militar de entrenamiento usado por las Brigadas Al Qassam -brazo armado del movimiento islamista- al que Israel culpa del asesinato de los tres jóvenes judíos, desaparecidos el pasado 12 de junio.

Hamas volvió a negar estar involucrada en el secuestro y asesinato de los jóvenes, y acusa a Israel de querer usar la muerte de los adolescentes como excusa para emprender nuevas acciones militares contra los palestinos.

"Rechazamos las acusaciones y amenazas iraelíes", dijo el portavoz de Hamas Sami Abu Zuhri. "Ningún grupo palestino asumió la responsabilidad por lo ocurrido", afirmó, agregando que "no se puede confiar en la versión israelí". Hamas está acostumbrada a ser amenazada por Israel, dijo Abu Zuhri. "Sabemos cómo defendernos", advirtió.

Por su parte, Abbas mantuvo conversaciones telefónicas con varios líderes internacionales para pedirles que eviten que Israel lance una respuesta que aumente la tensión en la zona.