El jefe de guardia del Instituto del Quemado de Córdoba, Federico Neme, dijo que tras la explosión que provocó la muerte a un hombre, una docente "sufrió quemaduras en el 33 por ciento de su cuerpo, mientras que José Tissera, un 8 por ciento". Los dos heridos por la explosión del gasoducto ubicado en la localidad de Pilar se encuentran fuera de peligro, aunque su estado sigue siendo reservado.

El jefe del cuartel de bomberos de Pilar, René Carabante, aseguró que el fuego fue extinguido y afirmó que "está todo tranquilo". "Está la gente trabajando en las cañerías, mientras que nosotros, de guardia", expresó en declaraciones a la misma radio y explicó sobre el olor a gas que vecinos dijeron haber percibido ayer antes de la explosión "por lo general, siempre se siente un poco de olor a gas en la zona".

Por su parte, el gobernador José Manuel De la Sota reclamó al Ejecutivo nacional que informe sobre el estado de "la red troncal de gasoductos en el país" y afirmó que la explosión fue un "terrible llamado de atención" que podría "haber ocurrido en otras provincias", por lo que sostuvo que "lo aconsejable" es hacer controles en otros tramos para conocer, entre otras cosas, cuáles son los "mecanismos de control de pérdidas".

A modo de respuesta, el intendente de Villa Totoral, Ernesto "Tatú" Bernabey, aseguró que De la Sota "desvía la atención pidiendo explicaciones a la Presidenta, en vez de exigírselas a la empresa". "Sentimos un profundo dolor por las víctimas, por los que siguen internados y por la persona a la que la explosión le quitó la vida", aseguró en diálogo con Télam.