A poco de finalizar la consulta simbólica, impulsada por el gobierno catalán y puesta en práctica con la participación de cientos de voluntarios, el presidente catalán se lanzó rápidamente a la búsqueda de un verdadero referéndum independentista: "Pedimos al mundo que nos ayude a convencer a las instituciones españolas de que Cataluña merece votar en un referéndum sobre su futuro. Nos merecemos un referéndum legal y vinculante".

Desde temprano, el debate se abrió en España y, hasta el momento, no hubo respuesta oficial del presidente Mariano Rajoy. Por su parte, el PSEO, principal partido de oposición, aprovechó para solicitar que se abre un espacio de diálogo.

Para Gabriel Colomé, politólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, la respuesta que dará Rajoy, está sin embargo muy clara: "será un no". El presidente y hombre del PP ya ha recurrido en dos ocasiones al Tribunal Constitucional para impedir una consulta que considera ilegal por usurpar la soberanía al conjunto del pueblo español.

Varios responsables del PP adelantaron que lejos de una convocatoria al diálogo, habrá acciones legales contra el presidente catalán. "Espero en que hoy sea el día que Artur Mas reciba una carta del fiscal", lanzó un vicesecretario general del partido, Esteban González Pons.

Colomé analizó que Mas salió reforzado de la votación del domingo porque "prometió que convocaría" una consulta y lo hizo, y porque "es una incógnita cuales son los márgenes con que quiere jugar" a un año de unas elecciones legislativas en que el PP podría perder el poder o al menos la mayoría absoluta.

De todas maneras, si la consulta soberana legal avanzará, los resultados de ayer no son concluyentes. De los 5,4 millones que estaban convocados a participar ayer, fueron poco más de 2 millones los que votaron y el 20 por ciento dio el "No". De esta manera, los partidarios de una Cataluña independiente superarían por poco al 1,7 millones de votos sumados por los partidos soberanistas en las elecciones regionales de 2012.