En total, de la compulsa de expedientes judiciales registrados en 2013, en la Capital Federal se registraron 176 homicidios de los cuales casi el 75 por ciento corresponde al sur porteño: Flores, 27; Barracas, 22; Villa Lugano, 19 y Villa Soldatti, 13. Esa incidencia eleva el promedio de homicidios por cada 100 mil habitantes, que en esos barrios supera los 13 cada 100 mil, en tanto que en otros ronda el dos por cada 100 mil.

Zaffaroni comparó la tasa de homicidios con la de otros países “en los que el número llega a 90 por cada 100 mil, cifras que son casi bélicas". "En esos países, se tiende a normalizar la situación, en cambio en países como la Argentina o Uruguay, donde las cifras son menores, se magnifica”, remarcó.

El juez sostuvo que en comparación la Argentina tiene una “posición privilegiada”, pero no obstante advirtió que las cifras que en algunos barrios porteños se asemejan a Europa o Canadá, “que es lo deseable”, en otros “trepa a niveles preocupantes”.

En comparación con los últimos cuatros años, desde que comenzó a medirse a través del Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema, la tasa de homicidios dolosos en la Capital Federal observa una suerte de “meseta”.

En las otras provincias medidas, en 2013 se registraron 11 homicidios en La Rioja, 41 en Corrientes, 20 en San Luis, 59 en Misiones y 112 en Tucumán, lo que hace un total de menos de 400 sobre una población total aproximada de 7,2 millones de personas.

Zaffaroni describió múltiples homicidios asociados a la ingesta de alcohol, pero prácticamente ningún caso de crímenes cometidos bajo efectos de estupefacientes, aunque sí se produjeron por disputas en torno a su comercialización. En cuanto a las motivaciones de los homicidios, el juez de la Corte –próximo a alejarse de ella- enumeró un orden de mayor a menor entre “discusión y riña”, “robo”, “violencia intrafamiliar” y “legítima defensa”.