La salida de Ana Mato del Gobierno ha estado inevitablemente presente en el debate parlamentario de la jornada, durante el cual Rajoy defendió la puesta en marcha nuevas iniciativas contra la corrupción, y aseguró que "quien las hace, las paga". "¡España no está corrompida! España tiene algunos corruptos que, afortunadamente, estamos sacando a la luz. El resto está sano", vociferó el dirigente del Partido Popular, quien reconoció que el goteo de casos "del pasado" crea un clima que "a ratos se hace irrespirable". Afirmó compartir la indignación de los españoles ante ellos, incluidos los que afectan al PP, por los cuales, según recordó, "he pedido perdón".

Rajoy presentó un total de 70 medidas clave contra la corrupción, 31 de ellas nuevas, y otras incluidas en dos proyectos ya ingresados al Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno abogó por un acuerdo "de buena fe" de todas las fuerzas políticas para aprobar las medidas, entre ellas la prohibición de que los privados puedan hacer donaciones a los partidos superiores a 50.000 euros y que toda donación superior a 25.000 se deberá notificar al Tribunal de Cuentas, pero el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, adelantó su rechazo a las iniciativas mientras el PP no dé el ejemplo y asuma las responsabilidades políticas por los casos que le afectan. "Abandone toda esperanza, no espere de nosotros ningún acuerdo global en materia de lucha contra la corrupción porque, sencillamente, no les creemos, no son de fiar", le reprochó Sánchez a Rajoy.

Tras asegurar que la dimisión de Mato "apunta directamente al PP", el dirigente socialista advirtió a Rajoy que no está "capacitado, ni legitimado" para liderar la regeneración democrática en Espa?a.

Mientras Izquierda Unida, UPyD y parte del grupo mixto reclamaron a Rajoy quién asumirá la responsabilidad del PP en el Caso Gurtel, la portavoz del BNG, Olaia Fernández, sostuvo que, tras la salida de Mato del Gobierno, Rajoy también "debería dimitir y convocar elecciones".