"Cientos de familias esperan por vacantes en la escuela pública de la Ciudad de Buenos Aires. Estamos donde tenemos que estar: exigiendo ese derecho para quienes eligen la educación estatal", afirmó Eduardo López, secretario general de UTE, ante una nutrida columna de docentes de todos los niveles educativos. "Hay un compromiso por parte de los gremios docentes para que ningún chico se quede sin vacante en la escuela pública"

Luego de una vigilia de 30 horas frente a la sede del Gobierno porteño, López pidió "responsabilidad a los diputados que van a aprobar el presupuesto del próximo año" y reclamó el adelantamiento de la paritaria para que "la inflación no le gane al salario".

Gustavo Frutos, secretario general de UDA, por su parte, adelantó que "los gremios no tolerarán la pérdida de una hora menos de salario". Verónica Piseta, maestra del Jardín de Infantes 8, de Villa Oculta, advirtió, a su turno, que "al no generar nuevos espacios, al no crear nuevas escuelas, el Gobierno necesita que haya más alumnos en las escuelas que ya existen. Por eso se trabaja en malas condiciones".

"La calidad educativa es inferior porque por más que nos esforcemos no logramos atender a los chicos como se merecen. El gobierno viene maximizando la cantidad de alumnos por docente establecida en la normativa, que es del 1990", precisó Piseta, quien agregó que el máximo de niños en una sala de tres años es de 25; de lactantes, cinco, y de deambuladores, siete.

Durante la protesta, los docentes denunciaron que "en los últimos 10 años el presupuesto para Educación en la ciudad de Buenos Aires se fue achicando del 30 al 20 por ciento, lo que implica que cada vez entran menos chicos a la escuela, no hay maestros y tampoco hay vacantes", y pidieron a los legisladores que no acepten reducir el presupuesto porque "la educación no es un gasto sino una inversión".