"¿Que tenemos dificultades? Claro que las tenemos, nadie quiere tapar el sol con un dedo. Pero creer que todo está mal no es la manera en que construimos este canal: lo hicimos encarando las dificultades y superándolas con mucha agua, con mucha fuerza en el corazón y con mucha esperanza", afirmó la presidenta.

"En esta obra hay voluntad política. Fue necesario que un hombre del Noreste fuera elegido presidente (por Luiz Inacio Lula da Silva), que fuera prácticamente expulsado de su hogar y fuera a San Pablo y supiera el precio, el costo en términos de vida, en términos de perspectiva de futuro y esperanza, que la sequía impone a la población del Noreste. La voluntad de hacer esto fue muy importante", concluyó Dilma.

Por otra parte, la pérdida de 157.905 puestos de trabajo registrados, según el Registro General de Empleados y Desempleados, representa una caída de 0,39 por ciento del total de trabajadores formales en comparación con junio. El informe reflejó también la menor generación de empleos desde 1992, cuando se comenzó a elaborar el indicador. La cifra resulta de la diferencia entre contratados (1.397.393 personas) y despedidos durante el período (1.555.298).

Según el Ministerio de Trabajo, en lo que va del año se perdieron 494.386 puestos de trabajo registrados. En los últimos 12 meses el retroceso fue de 778.731 empleos en todo el país, y las mayores pérdidas fueron en la industria de la transformación.

El ministro de Trabajo, Manoel Dias, por su parte, adelantó que el Ejecutivo prevé que antes de fin de año Brasil retomará el crecimiento de los empleos, especialmente gracias al aporte financiero del gobierno para estimular a algunos sectores, como la industria automotriz y la construcción civil.