"No nos planteamos hacerlo y nuestros amigos sirios lo saben", declaró Putin al canal de televisión ruso Rossiya 1 al ser consutado sobre el posible envío de tropas terrestres a Siria.

Tras más de una semana de bombardeos aéreos contra insurgentes en Siria, el presidente de Rusia reivindicó su decisión de involucrarse en profundo y complejo conflicto en ese país árabe y explicó que su objetivo es "estabilizar a las autoridades legítimas y propiciar un compromiso político".

El mandatario rechazó los cuestionamientos de las potencias occidentales que reclaman que Moscú comparta información sobre su ofensiva con la coalición que Estados Unidos lidera y que hace más de un año bombardea a la milicia radical del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. "Nunca nadie le informó a Rusia de los preparativos o del comienzo de operaciones semejantes", sentenció. Afirmó que pese a la guerra verbal pública, el gobierno de Barack Obama le envió una propuesta para "evitar incidentes" en Siria, lo que sostuvo es "mejor que nada".

En las últimas 24 horas, aviones rusos bombardearon 63 objetivos del EI en Siria, según el Ministerio de Defensa en Moscú. "Los aviones del grupo aéreo ruso destruyeron 53 fortificaciones defensivas de los terroristas, un puesto de mando, cuatro campamentos de entrenamiento de terroristas, siete arsenales, una batería de artillería y una de morteros", informó durante una comparecencia de prensa, el vocero de esa cartera, general Igor Konashenkov.

El funcionario detalló que los objetivos se encontraban en las provincias de Hama, Latakia, Idebl y Raqqa. En todas estas provincia hay presencia de insurgentes del EI, según Damasco, sin embargo, está comprobado que hay importantes contingentes de otros grupos opositores armados, como el laico Ejército Libre Sirio y milicias islamistas consideradas más moderadas que el EI.

Tanto la oposición siria en el exilio como sus aliados en la Casa Blanca y en Europa acusan a Moscú de estar bombardeando principalmente a otros grupos insurgentes, en vez de concentrarse en el EI, como Estados Unidos y las potencias europeas dicen estar haciendo.