La Cámara de Diputados retomó el proceso de cara a un posible juicio político contra la jefa de Estado, Dilma Rousseff, y dejó esta tarde conformada una comisión de 65 diputados, encargados de evaluar si existen méritos jurídicos para la apertura de un proceso con miras a su destitución. El impeachment buscado por la oposición desde hace meses, recuperó fuerzas tras la persecusión judicial contra el expresidente y flamante jefe de Gabinete, Lula Da Silva.

Las acusaciones contra Rousseff, formuladas por juristas y cuatro partidos de la oposición, se fundamentan en una serie de irregularidades cometidas por el Gobierno entre 2014 y 2015 en los balances de cuentas, que ocultaron millonarias deudas acumuladas con la banca pública.

El proceso comenzó en diciembre pasado, pero fue interrumpido por "errores de procedimiento" detectados por la Corte Suprema, y fue retomado hoy, luego de que el tribunal esclareciera el trámite.

Más allá de las pruebas jurídicas presentadas contra Dilma, la decisión de la apertura o no del juicio contra la mandataria será netamente politica. La estabilidad de la jefe de Estado, que busca fortalecerse con la vuelta de Lula, dependerá de la decisión anunciada el sábado por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado del Ejecutivo, que acordó tomar 30 días para decidir si permanece en el Gobierno o rompe con Rousseff.

El PMDB está liderado por el vicepresidente Michel Temer, primero en la línea sucesoria en caso de una destitución, y cuenta con la segunda minoría en la Cámara baja, con 66 de los 513 escaños, mientras que es la primera fuerza en el Senado, con 18 de los 81 asientos. Además, el nombramiento del expresidente como nuevo ministro provocó el alejamiento del Partido Republicano, que pasará a engrosar la oposición con sus 21 diputados.

Las formaciones con mayor participación en la comisión de juicio político serán el Partido de los Trabajadores (PT) y el PMDB del vicepresidente, presionado por las alas disidentes que exigen abandonar al Gobierno.

El PT y el PMDB tienen ocho miembros en la comisión, dos más que el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), mientras que otros 20 partidos contarán con hasta cuatro diputados.

La elección de los miembros de la comisión se dio en medio de un constante alboroto, con la bancada opositora entonando "Fuera Dilma" y el oficialismo respondiendo "golpistas".