El tercero en la línea de sucesión a la corona británica será enviado en las próximas semanas al sureste de Irak para combatir en el país árabe, según informó hoy el diario inglés The Guardian, que cita a fuentes de regimiento del príncipe, el Household Cavalry.

Ayer, el Ministerio británico de Defensa anunció que estaba revisando la decisión de enviar al joven príncipe como jefe de una unidad de exploración. El motivo de esta indecisión es la fuerte escalada de violencia que se produjo durante las últimas semanas en Irak.

Harry está siendo formado para una misión de exploración y sería responsable de una tropa de doce soldados. Dijo que no tiene "ningún miedo a morir", según publica hoy el diario inglés Daily Mirror.

El joven príncipe había amenazado con abandonar el Ejército si no se le permitía viajar a Irak, pero la decisión final quedará en manos del comandante en jefe de la Armada británica, Richard Dannatt, el príncipe Carlos y la reina Isabel II.

Por su parte, John Nott, ex ministro de Defensa durante la Guerra de las Malvinas (1982), declaró que durante ese período "estaba muy a favor" del envío del príncipe Andrés a las islas, a pesar de las "dudas" de la entonces primera ministra, Margaret Thatcher.

"Creo que la situación con el príncipe Harry es diferente porque la guerra de Irak es más compleja. Había mucho apoyo popular al conflicto del Atlántico Sur, pero no en Irak. El peligro es que el príncipe Harry ponga en riesgo la vida de otros soldados, y creo que eso no es correcto", agregó.

Esta semana se confirmó la muerte de otros tres soldados británicos en Irak, lo que aumentó a 145 el número de militares fallecidos en ese país árabe desde la invasión de tropas de Estados Unidos y Reino Unidos, en marzo de 2003.