Los enfrentamientos terminaron con 21 heridos -12 policías y 9 pasajeros- atendidos por el SAME y 16 detenidos -dos de ellos menores-, según informaron autoridades sanitarias y de la Policía Federal.

El hall central de Constitución se convirtió en un verdadero caos luego de que pasajeros comenzaran una protesta por demoras en el servicio de la Línea Roca.

Los retrasos comenzaron "con un desperfecto técnico que se produjo a las 17:45 en un tren eléctrico con destino a Temperley que impidió la salida de todas las formaciones ya que se quedó cerca de la Estación Constitución", aseguró Fernando Hantus, vocero de Metropolitano, la consecionaria de la Línea Roca.

Según Hantus, ese tren "impidió la salida de los trenes que van a las estaciones de Glew, Alejandro Korn y Ezeiza", lo que provocó que durante 25 minutos no saliera ningún tren de la estación.

Las demoras en pleno horario pico de regreso de la Capital Federal hacia el sur del conurbano generaron la furia de varios pasajeros que a las 18.40 comenzaron a romper boleterías, oficinas de informes, teléfonos públicos y otras instalaciones de la estación.

Los pasajeros también ingresaron una motocicleta al hall y la prendieron fuego, e incendiaron varios sectores de la estación que fueron apagados por bomberos que llegaron al lugar.

El comisario Mayor Ricardo Farana, director de Seguridad del Transporte de la Policía Federal, informó que en los choques fueron detenidas 16 personas, dos de ellas menores.

Esta noche, los detenidos permanecían alojados en la comisaría 16, y la policía informó que en el operativo de contención participaron unos 100 uniformados.

La llegada de la infantería de la policía a la estación no hizo más que enardecer a los pasajeros que protestaban, que comenzaron a golpear a los uniformados y a arrojarles piedras desde el sector de los andenes.

La batalla entre policías y pasajeros se mantuvo durante casi una hora y media, y comenzó a calmarse poco después de las 20:20, cuando la infantería logró recuperar el control del hall central y obligó a replegarse a los pocos pasajeros que seguían arrojándoles piedras que sacaban de las vías en el sector de los andenes.

A pesar de que Metropolitano informó varias veces desde las 19 por los altoparlantes de la estación que el servicio de trenes se había reiniciado, el primer tren eléctrico partió a las 20:24 desde el andén 5 hacia la estación Ezeiza.

Esa partida fue seguida por otros trenes en pocos minutos, lo cual descomprimió la situación y comenzó a vaciar de pasajeros la estación.

Los momentos de mayor tensión de los disturbios fueron seguidos con gran interés por el Gobierno nacional, informaron fuentes de la Casa Rosada.

El Presidente Néstor Kirchner, el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el Ministro del Interior, Aníbal Fernández, se informaron de los choques a través de los informes de la Policía Federal y la televisión desde el despacho presidencial.

Tras los disturbios, el hall central quedó cubierto de vidrios rotos, piedras y charcos de agua, con el sector Informes quemado y destrozado, lo mismo que la oficina de la División Roca de la policía, en tanto también fueron dañados la cartelería, asientos de cemento de los andenes, contenedores de basura y un locutorio.

Mario, un pasajero que prefirió no dar su apellido, comentó que "esto no es nuevo, era esperable que pasara, todos los días demoran y cancelan trenes, esto era seguro que iba a pasar, y el Estado sigue subsidiando a esta empresa".

Osvaldo, otro pasajero, dijo que la gente reaccionó contra la policía porque "los pasajeros sufrimos problemas de seguridad, falta de respeto a nuestros horarios de trabajo y estudio, viajamos como sardinas, y la respuesta es el silencio y la violencia".