Precisamente, el tratamiento de la "localización" de Botnia, cuestionada por Argentina, será esta tarde el punto de partida para la agenda establecida en mayo pasado, cuando se produjo la anterior reunión también en Nueva York.

La mañana fue dedicada al contacto de cada delegación con el anfitrión y mediador del pleito, el embajador español Juan Antonio Yánez Barnuevo, en su despacho de la Misión de España ante las Naciones Unidas (ONU).

Esta primera de las dos jornadas de trabajo exhibió al presente a los miembros de ambas comitivas enfrascados en sus elementos de juicio y ponencias, privilegiando la discreción y eludiendo las declaraciones altisonantes.

La actitud se emparenta con la necesidad de dar con un clima apropiado para cotejar el fuerte antagonismo reinante, que de hecho fue el que derivó en conflicto que se dirime en la Corte Suprema de Justicia de La Haya.

La representación argentina está "dispuesta a avanzar decididamente en dar con una salida del conflicto" pero, para esto, resultará indispensable que su par de Uruguay "brinde las explicaciones que le den sustento a este emprendimiento en un río compartido, que está amparado por un Tratado bilateral que fue desconocido".

Así fue reseñado por una fuente oficial partícipe del diálogo, que además indicó que "los gestos argentinos a favor del diálogo, de una apertura total para encontrar una solución, serán los de siempre".

De hecho, fue el presidente Néstor Kirchner quien recurrió a la instancia real para que interviniera en esta compleja situación, recuerdan en la delegación nacional.

Es conocida la postura argentina, que se basa en que Uruguay violó "en 5 ocasiones" el Tratado bilateral vigente desde 1975 para aprobar la iniciativa finlandesa que es fuertemente rechazada desde Entre Ríos en general y desde la ciudad de Gualeguaychú en particular.