Según informó la estatal Agencia Boliviana de Información (ABI), la concentración reunió a "50 mil personas" que rebasaron las expectativas previstas por los organizadores, en una ciudad cuyas autoridades están enfrentadas duramente con el gobierno nacional.

La renta Dignidad es un beneficio social cuya norma legal ha sido aprobada por la Cámara de Diputados y su sanción se encuentra en manos de la Cámara de Senadores, instancia que está bajo el control de los partidos de oposición.

Prevé el pago vitalicio de 2.400 bolivianos anuales (320 dólares), en 12 cuotas, a todos los ciudadanos mayores de 60 años que no gozan de jubilación y por lo tanto no cuentan con una renta de algún sistema de seguridad social, y 1.800 bolivianos (250 dólares) para quienes sí tienen un ingreso fijo.

El acto que tuvo lugar en la rotonda de la ex Terminal de Buses en la ciudad de Santa Cruz, contó con la presencia de ciudadanos de diferentes sectores y de los distintos distritos que -según el cálculo de los medios radiales- sobrepasó las 50 mil personas.

Durante su discurso, Morales dijo que "esto (por la renta) no es ninguna ayuda, es obligación del Estado Boliviano, de Evo Morales, obligación de nuestros ministros, obligación de todas las autoridades atender las demandas" de la tercera edad.

Señaló que "para financiar la renta no se está quitando a nadie dinero", sino que "al contrario, se está realizando una nueva distribución de las riquezas que han sido logradas por la lucha del pueblo que ha conseguido la nacionalización de los hidrocarburos y por tanto está retornando los recursos a quienes corresponden".