La muerte del cómico ocurrió alrededor de la 1.30, producto de sus antiguos problemas de salud, señalaron sus allegados.

Sus restos eran velados esta mañana en Casa Brandalise, sala ubicada en calle General Paz 333, de la villa serrana, 30 kilómetros al oeste de la ciudad de Córdoba.

Marta, esposa de Sánchez, señaló que el actor tenía "problemas circulatorios" por la diabetes que sufría y que se estaba realizando estudios para realizarse un "by pass".

La mujer precisó que esta madrugada su esposo "hizo una embolia, paro cardíaco y no lo pudieron recuperar".

"Él estaba internado porque se estaba haciendo un chequeo, es diabético, y quería trabajar en la temporada", precisó, tras lo cual mencionó que el lunes último "le tuvieron que amputar un dedo porque había un proceso infeccioso".

En ese sentido, aseguró que "lo más bien salió de la operación, perfecto", pero estimó que habría tenido una arteria tapada "y eso se movió y produjo la embolia".

El actor cómico, nacido en Mendoza, participó en 19 películas argentinas, integró elencos de los más exitosos programas humorísticos de la televisión nacional y también tuvo una larga trayectoria en la radio.

Durante muchos años participó de "Rapidísimo", que se emitía por radio Rivadavia y conducía el periodista Héctor Larrea, donde personificó a el gaucho "Barralde" y a "Obdulio Piopío", entre otros.

En 1989, recibió el Premio Martín Fierro.

Además de trabajar en radio, en televisión participó en programas como Polémica en el Bar, donde hizo conocida su frase leitmotiv "los pajaritos..., las florcitas...".

También actuó en Operación Ja Ja, El show de la vida, RRDT y otros tantos programas de televisión, también hizo cine y obras revisteriles.

Fue uno de los destacados del programa folclórico "Argentinísima".

Hijo de José Sánchez, famoso bandoneonísta de las décadas del 40 y 50 creador de la Orquesta América y de otros conjuntos de música ciudadana.

El humorista siendo adolescente adoptó el seudónimo de Mario del Río, y a los 18 años vino a Buenos Aires para probar suerte.

Ayer también murió otro gran cómico, Norman Erlich, que se destacó por sus caracterizaciones estereotipadas de la comunidad judía local.