Carlos Ravera, de 60 años, que tenía quemaduras en más del 65% del cuerpo y en las vías respiratorias, murió a las 7:30, luego de una crisis renal que se prolongó por dos días, informó el director del Hospital Córdoba, donde estaba internado, Carlos Simón.

El miércoles pasado, se produjo un incendio y posterior explosión en un laboratorio de la facultad de Ingeniería de la universidad cordobesa, cuando alumnos y docentes realizaban una investigación con sustancias inflamables, donde resultaron heridas 24 personas, seis de gravedad.

Como consecuencia del incendio murieron la semana pasada el estudiante Juan Politano y la docente Liliana Giacomelli, quienes junto a Ravera estaban en grave estado, junto a otros tres pacientes.

En tanto, en el Instituto del Quemado continúan internados Damian Cardarelli, Miguel Mattea y Gladys Baralla, quienes presentan alguna expectativa favorable aunque continúan siendo pacientes de alto riesgo, explicó Simón.

"Ninguno está fuera de peligro, son pacientes que pueden complicarse en cualquier momento", aseveró el médico.

Simón explicó que "ayer se empezó un proceso con Mattea y Baralla de complejizarlos, es decir tratar de revertir el estado de coma farmacológico y han empezado a responder a estímulos, lo cual es muy positivo".

Precisó que "a Cardarelli desde el sábado se le están haciendo injertos de piel" pero señaló que "de todas formas son pacientes sumamente críticos".