Todo comenzó cuando Bullrich exponía los argumentos del bloque de la Coalición Cívica para votar en contra de la iniciativa oficial, en los que aludió a la supuesta situación "fraudulenta" vivida en Córdoba en los comicios del 2007.

Al parecer, según denunció Bullrich, Montoya, miembro del bloque Unión Peronista, se acercó a la banca de la ex ministra, la calificó de "atorranta" y la acusó de no tener "autoridad moral" para hablar de Córdoba.

La situación, también denunciada después por varias diputadas cercanas a la legisladora de la Coalición Cívica, generó gritos en el recinto, y el pedido expreso de Bullrich para una cuestión de privilegio, en la que el cuerpo se pronuncie sobre lo ocurrido.

En medio del griterío, Montoya pidió la palabra y aclaró que no amenazó a la diputada: "Sólo dije que era una atorranta y que no tenía autoridad moral porque fue funcionaria en la época de (Fernando) De la Rúa".