La primera comparecencia de Anders Behring Breivik ante un juez en Oslo fue a puertas cerradas, a pesar de que el sospechoso había solicitado que sea pública y presentarse vestido con uniforme. Durante la audiencia, el sospechoso reconoció los hechos, pero sin declararse culpable

El militante de ultraderecha afirmó haber querido con los ataques defender a su país y a Europa contra el islam y el marxismo, y aludió a la existencia de "otras dos células" en su organización, según informó a la prensa la juez Kim Heger. Breivik declaró además que su intención no fue matar a la mayor cantidad de personas posible, sino "transmitir una señal clara" al pueblo.

Por su parte, el fiscal Christian Hatlo comunicó que el detenido "Dijo durante los interrogatorios que está dispuesto a pasar toda su vida en prisión".

Las imágenes de la cadena TV2 mostraron un cortejo de vehículos de la policía, incluyendo dos coches blindados negros que partían del tribunal con las sirenas encendidas. Allí pudo verse brevemente a un hombre de pelo corto y vestido de rojo que parecía ser el sospechoso.

En tanto, en un nuevo balance, la policía noruega anunció que el número de muertos en el tiroteo contra una concentración de jóvenes en la isla de Utoya bajó a 68, frente a los 86 barajados hasta ahora, y el del atentado con bomba contra la sede el gobierno subió a ocho, en vez de 7.

Todos los cuerpos de las víctimas fueron evacuados de la isla, lo que permitió precisar el balance, explicó el responsable policial Oeystein Maeland. "Esta cifra aún puede aumentar", añadió refiriéndose al tiroteo, debido a que "continúa la búsqueda".