En su intervención, además, el titular del Palacio San Martín destacó que la Argentina “ha expresado en otras oportunidades que las acciones para contrarrestar amenazas terroristas deben corresponderse al riesgo real que cada país enfrenta", y añadió que "desde esa perspectiva entendemos que debe existir un especial cuidado respecto de la seguridad física de los arsenales nucleares existentes, cuya responsabilidad exclusiva corresponde a los Estados poseedores de armas nucleares”.

“Ese cuidado especial -sostuvo- debe ser complementado con medidas concretas y adicionales de desarme nuclear, conforme los compromisos asumidos en el Tratado de No Proliferación. La mejor manera de asegurar que las armas nucleares no caigan en las manos equivocadas es su total eliminación.”

No obstante, Héctor Timerman destacó que “las acciones que demanda la lucha contra el terrorismo nuclear, que apoyamos y de las cuales participamos de manera activa, no deben convertirse en vías indirectas de limitar los derechos de los países a la autonomía tecnológica y a los usos pacíficos de la energía nuclear”.

En este sentido, señaló que las diversas convenciones sobre terrorismo, y sobre todo el Convenio Internacional para la Represión de los Actos de Terrorismo Nuclear -adoptado por la ONU en 2005 que entró en vigencia en el año 2007 y que la República Argentina suscribió- "evidencian la preocupación de toda la comunidad internacional”.