La Facultad de Ciencias Sociales (UBA) suspendió la elección de su decano y ahora debate qué hacer ante la asamblea convocada el lunes próximo para elegir al rector de la universidad. El propio consejo directivo de la facultad, presidido por el decano Federico Schuster, rechazó el adelantamiento de la asamblea –acordado por el rectorado con la mayoría de las facultades– porque “no propicia la discusión democrática y amplia”, y exigió que “la comunidad universitaria toda pueda involucrarse en lo que sucede en sus órganos de gobierno”. Además, un importante grupo de directores de carrera, consejeros, profesores, estudiantes e investigadores de Sociales reclamó en una declaración que la facultad “no legitime” la asamblea universitaria y pidió que se puedan reformar los artículos del estatuto referidos al cogobierno antes de elegir al nuevo rector.

“Vamos a consultar con todos los sectores para esta semana poner fecha para la elección de autoridades en la facultad”, dijo Schuster a Página/12. La fecha prevista para elegir al futuro decano –existe acuerdo para designar al profesor Sergio Caletti– era el viernes pasado, pero se resolvió postergarla por el paro de los trabajadores no docentes y por la declaración de un sector de la comunidad académica. Si la elección no se hace antes del 14, el decano de Sociales no podrá participar de la asamblea –si es que ésta sesiona el lunes, como prevé el rectorado–.

Schuster ya había manifestado en el Consejo Superior de la UBA la inquietud de su facultad acerca del apuro por realizar la asamblea de parte del rectorado. En ese sentido se expidió el consejo de Sociales. Luego, profesores como Atilio Boron, Eduardo Grüner, Alejandro Horowicz, Alcira Daroqui y Mario Heler, entre muchos otros, además de alumnos y graduados, difundieron una resolución pronunciándose en contra de la asamblea y planteando que la manera “de no legitimar esta política es no adelantando la elección del decano”. El primer punto que se critica es que la cita del 14 de diciembre es una “fecha en que la mayoría de las facultades habrán terminado su actividad académica”. Pero el punto fuerte es la imposibilidad de los asambleístas de tratar la reforma del estatuto “por no haber asumido sus funciones, lo que se hará efectivo recién en marzo de 2010”.

Según la convocatoria de la UBA, la sesión de la asamblea sólo tratará la elección del rector. Tras la confirmación de la fecha, todas las facultades –excepto Sociales y Arquitectura– adelantaron las sesiones especiales para elegir decanos y así poder participar del encuentro asambleario que reunirá a todos los representantes de profesores, egresados y alumnos.

“Hay una coincidencia hacia el interior de Sociales sobre la inconveniencia del adelantamiento de la asamblea universitaria. La ilegalidad de la asamblea se encuentra explícita en la convocatoria”, señaló el director de la carrera de Sociología, Lucas Rubinich. Apuntaba a que el llamado al encuentro universitario “es sólo para elegir al rector y por estatuto no se le puede imponer un temario a la asamblea, tienen que definirlo los mismos asambleístas”.

“El llamado a la asamblea a diez días de fin de año es para evitar la democratización del cogobierno”, dijo Germán Feldman (La Mella), consejero electo. El año pasado se reformaron casi setenta artículos del estatuto universitario, pero ninguno de los capítulos que regulan la forma de gobierno académico. En reclamo de una democratización institucional, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) anunció que se movilizará para intentar impedir la asamblea. El rector Ruben Hallu asumió el mandato que está en curso con el compromiso de realizar una reforma que quedó inconclusa y que distintos claustros reclaman antes de elegir nuevamente autoridades. Por ahora, Hallu es el único candidato para conducir la UBA los próximos cuatro años. El espacio de centroizquierda donde confluyen Sociales y Exactas aún está debatiendo si presenta un candidato propio.