El rector de la Universidad de Buenos Aires, Ruben Hallu, asumirá su segundo mandato el próximo martes 13. Ya está prácticamente definido el gabinete que lo acompañará al inicio de su gestión y no se prevén grandes cambios: “Hay satisfacción por el cumplimiento de los objetivos planteados”, confirmó una fuente del rectorado, aludiendo a la continuidad de la mayoría de los funcionarios. Las modificaciones se darán en la Secretaría de Planificación y en distintas subsecretarías. El nombre del vicerrector se definiría entre los decanos de Odontología y de Ciencias Económicas.

“Se cimentó un grupo de trabajo en estos años y por eso no va a haber muchos cambios. El 90 por ciento de los funcionarios va a ser ratificado en su cargo”, aseguró una alta fuente de la UBA. Tras ser reelegido a fin de año, Hallu reasumirá el martes 13 con un acto en la Facultad de Derecho. Para ese momento quedarán también confirmados la mayoría de los funcionarios que fueron nombrados en el primer mandato de Hallu, iniciado en diciembre de 2006, en una universidad crispada por la movilización estudiantil.

El principal cambio en la gestión del rectorado, respecto de aquel comienzo, radica en la ruptura del frente compartido entonces por casi todas las facultades. La coalición de mayoría radical, con sectores peronistas e independientes, no contará ya con el bloque de centroizquierda, representado por las facultades de Ciencias Sociales y Ciencias Exactas.

El acuerdo del oficialismo incluye sostener el reparto de las principales secretarías del rectorado. La Secretaría General seguirá en manos de la Facultad de Derecho, con el radical Carlos Más Vélez. En Extensión Universitaria se mantendrá un referente del radicalismo de Farmacia y Bioquímica, Oscar García. En la Secretaría de Asuntos Académicos continuará Edith Litwin, de la minoría de Filosofía y Letras. Hugo Sirkin, de Ingeniería, comandará nuevamente Ciencia y Técnica. Las cuentas de la universidad las llevará, nuevamente, la Facultad de Ciencias Económicas, a través de José Luis Giusti, otro radical, pero en este caso aliado al macrismo.

Las mayores dudas radican en la Secretaría de Planificación. Reabierta durante el primer mandato de Hallu, en el reparto político se le había asignado a la mayoría de Filosofía y Letras. Pero ahora se discute si continúa con rango de secretaría o si es absorbida por alguna otra dependencia. En el marco de las alianzas tejidas en diciembre pasado, la candidatura de Hallu fue apoyada por Filosofía y Letras –que se alejó de Sociales y Exactas–; sin embargo, su decano, Hugo Trinchero, dejó claro que no habrá funcionarios de su unidad académica en rectorado: “No formamos parte de la gestión”, aseguró.

“No hay que descartar que se creen secretarías nuevas”, dicen en los pasillos de Viamonte 430. Una de las ideas del oficialismo es abrir “una Secretaría de Relaciones Internacionales y jerarquizar también el área de Posgrados”. Por otro lado, en discusión también quedan diversas subsecretarías, en las que sí habrá modificaciones. Según sus colaboradores, el rector aspira a “evaluar las distintas áreas y, en base a su cumplimiento o no de los objetivos, confirmar o remover a los responsables”.

El punto que resta es quizás el que genera mayor tensión dentro del bloque mayoritario: la designación del vicerrector, que debe resolver el Consejo Superior. “Hay posibilidades de que continúe la decana de Odontología, Beatriz Guglielmotti”, comentaron en rectorado, aunque también reconocieron que el decano de Económicas, Alberto Barbieri, “expresó su voluntad de desempeñar el cargo”. Barbieri fue el único de los nueve decanos de la mayoría que buscó adhesiones para postularse como rector, si bien luego apoyó la continuidad de Hallu.