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El debate por la acreditación de carreras resurgió en la Universidad de Buenos Aires (UBA). La Facultad de Ciencias Exactas realizó un plebiscito para que la comunidad académica opine sobre el tema. Los resultados –que, en términos generales, rechazaron la acreditación– generaron ayer un fuerte debate en el consejo directivo. Finalmente, se decidió convocar una sesión extraordinaria para el 2 de junio y resolver el dilema: presentarse o no ante la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), el organismo oficial creado en 1995 con el propósito de establecer un piso mínimo común para las carreras universitarias.

El plebiscito obligatorio y no vinculante se realizó en Ciencias Exactas durante la semana pasada, a modo de consulta para saber el grado de aceptación que tenía la acreditación de carreras ante la Coneau. Las carreras de Computación, Química y Geología son las que deben definir en lo inmediato si se presentan al proceso de evaluación y acreditación ante la comisión oficial.

En total, el plebiscito registró 5957 votos emitidos. La forma de votación fue dividida en claustros y carreras. En el recuento general, 107 profesores se inclinaron por el “sí” a la acreditación, 42 por el “no” y 111 prefirieron no contestar. Entre los graduados, 291 votaron en contra de la presentación ante la Coneau, 160 a favor y otros 343 eligieron no pronunciarse. Los estudiantes se volcaron masivamente por el “no”: hubo 3055 votos en ese sentido; mientras que 560 optaron por el “sí” y 1288 se abstuvieron. Sumando los tres claustros, el “no” obtuvo 3088 votos, el “sí” 827 y el resto, 1742. Por supuesto, la amplia ventaja del voto negativo se debió a la mayoría del claustro estudiantil.

La gestión del decano Jorge Aliaga evaluaba ayer los resultados de la consulta para decidir qué hacer. “Son datos complejos, atravesados por la realidad de cada carrera”, señaló a este diario una fuente de la casa de estudios. La acreditación de carreras exige cumplir con ciertos estándares y parámetros para, entre otras cosas, acceder a becas o subsidios financiados desde el exterior.

“Tenemos una herramienta política muy fuerte en nuestras manos y vamos a hacer que se respete la decisión de la comunidad académica”, dijo a Página/12 Laura Fraile (FEM-La Mella), presidenta del centro de estudiantes de Ciencias Exactas. Además del plebiscito oficial, el centro de estudiantes impulsó una consulta propia junto a la gremial docente –en la que se impuso el “no”– y la semana pasada los alumnos colgaron una bandera gigante en el Pabellón II, con la inscripción “En Exactas no acreditamos”, que derivó en la suspensión de las clases por parte de las autoridades.

El rechazo a la acreditación de carreras en la Coneau es uno de lo caballitos de batalla de las agrupaciones de izquierda y combativas del movimiento estudiantil. La Coneau fue creada por la Ley de Educación Superior para adecuar el sistema universitario a los estándares internacionales. En 1996 la UBA logró un amparo por el que la LES no llegó a ponerse en práctica en la casa de estudios porteña, invocando la vulneración de la autonomía universitaria como razón.

“La lucha es contra la mercantilización de la educación. Acreditar las carreras implica que después le indiquen a la facultad qué tiene que investigar y qué tiene que enseñar. Apunta a privatizar la educación pública”, dijo la presidenta del centro. “En el caso de Geología, no tener la carrera acreditada es un condicionante para el acceso a subsidios y becas”, señaló una fuente de la facultad. Con el debate aún caliente, en la reunión del consejo directivo de ayer se decidió realizar una sesión extraordinaria del cuerpo el 2 de junio, en el aula magna de la facultad, para debatir el resultado del plebiscito y comenzar a tomar una definición.