Finalmente, la toma del rectorado del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA) se levantó anoche. Las autoridades difundieron un comunicado, al cierre de esta edición, donde informaron que ayer “los ocupantes de Azcuénaga 1129 han entregado el edificio de rectorado a sus legítimas autoridades”. Las actividades se normalizarán paulatinamente a medida que se realicen los respectivos controles, a cuyo efecto serán convocados los responsables de cada área. La medida de fuerza, que se mantuvo durante tres meses con reclamos edilicios y presupuestarios, comenzó a debilitarse después de que dos grupos antagónicos de estudiantes se enfrentaran hace dos semanas, en una pelea que dejó un saldo de 15 estudiantes heridos. La declaración de las autoridades destaca, además, que “la nueva situación permite restablecer el funcionamiento pleno del rectorado, recuperar el diálogo democrático en los órganos de gobierno de la universidad, que son el ámbito donde puede construirse el IUNA”. Por último, agradece a la comunidad universitaria “el esfuerzo realizado para mantener las actividades académicas y administrativas”. Otro comunicado fue difundido por un grupo de estudiantes afín a la toma, donde deslindaron su responsabilidad en la prolongación del conflicto y la delegaron en el IUNA y el Ministerio de Educación. Además consideraron que la llegada del fin de año y el cese de la cursada “afecta la convocatoria de las asambleas, y por ende, la representatividad de la medida”. Por último, convocaron a concentrarse el próximo jueves, a las 14, en el Ministerio de Educación para “exigir una reunión con el secretario de Políticas Universitarias, como expresión de nuestra voluntad de diálogo y solución al conflicto”. El 17 de diciembre organizarán un festival artístico interdisciplinario frente al Ministerio de Educación.