Tras suspenderse la toma estudiantil de la Escuela Superior Carlos Pellegrini, y luego de que los docentes levantaran la huelga, el rectorado de la Universidad de Buenos Aires convocó, de una por vez, a las partes en conflicto. Ayer fue el turno de los padres, en primera instancia, y luego de los alumnos. Los estudiantes llevaron una serie de reclamos relacionados con garantizar el funcionamiento del centro estudiantil, el mejoramiento edilicio y la apertura de un bar y una fotocopiadora dentro de la escuela. Las autoridades de la UBA recibieron los reclamos y se comprometieron a que serán tratados por el Consejo Superior y, a cambio, solicitaron que los alumnos garanticen el funcionamiento normal de la escuela. Los estudiantes darán hoy su respuesta. Pero el dato más fuerte de la jornada fue el petitorio con 700 adhesiones que presentó la Red de Padres y Madres de alumnos: allí pidieron ante la UBA la destitución del rector del colegio, Jorge Fornasari, que asumió en febrero pasado.

Tanto los padres como los estudiantes se reunieron con el secretario general de la UBA, Carlos Más Vélez, y con la secretaria de Asuntos Académicos, Catalina Nosiglia. “La mesa de diálogo iniciada podrá continuar siempre y cuando el colegio funcione de modo normal”, planteó Nosiglia, y adelantó que hoy al mediodía recibirá a los docentes agrupados en la Asociación Gremial Docente (AGD), que ayer levantaron el paro y cuyo principal reclamo apunta al actual sistema de designación de profesores interinos. A la tarde recibirá a los no docentes.

“Las autoridades de la escuela no están capacitadas, no son personas idóneas para llevar adelante el proyecto educativo que el colegio y nosotros requerimos”, dijo Ana Franchi, integrante de la Red de Padres y Madres. En diálogo con Página/12, comentó: “Nos preocupa también que hay personas sumariadas que son parte del equipo del rector y tienen contacto con los chicos”. En el mismo sentido, Estela Martín, también integrante de la red, manifestó: “Nosotros queremos apartar la conducción del colegio, hay graves problemas institucionales que repercuten en la seguridad de nuestros hijos”. Con argumentos similares presentaron el petitorio de remoción, avalado por la firma de 700 padres y madres.

Durante la reunión desarrollada con los estudiantes se analizó un acta firmada el 15 de marzo por los alumnos y el rector Fornasari, cuyos principales puntos, según los estudiantes, no han sido tenidos en cuenta. Conciernen a la garantía del libre y normal desarrollo del centro de estudiantes, el mejoramiento de la infraestructura escolar y, por último, la construcción de un bar y de una fotocopiadora. “Los chicos querían que firmara un acta para comprometerme a que los proyectos se iban a tratar en el Consejo Superior –dijo Nosiglia–, pero les respondí que la palabra de la secretaria académica era suficiente para garantizar el tratamiento en el consejo.” La falta de un acta tras la reunión no fue bien recibida por los estudiantes. De todos modos, las conclusiones y respuestas del centro estudiantil, según comentó a este diario su titular, Ana Minujín, serán difundidas recién hoy a la mañana.

Como autoridad de la UBA, Nosiglia se comprometió a llevar los pedidos de los alumnos a las comisiones que correspondan dentro del Consejo Superior y, además, propuso dejar abierta la “mesa de diálogo” por si alumnos o padres tuvieran nuevos proyectos que presentar. No dejó de señalar la importancia de la intervención de los padres, a quienes les pidió “compromiso para ayudarnos a solucionar las dificultades institucionales que atravesamos”. No hizo ninguna referencia al petitorio de la Red de Padres y Madres para cambiar a las autoridades de la Escuela Carlos Pellegrini.

Consultada por la negativa a convocar a los docentes a la reunión de ayer, Nosiglia respondió: “Preferimos que los chicos vinieran solos, porque los mecanismos de representación son diferentes. Si bien los reclamos estudiantiles pueden o no coincidir con los reclamos docentes, los alumnos no pueden representar a quienes no representan. Ellos deben presentar reclamos estudiantiles”.

Informe: Agustín Saavedra.