La crisis que hace tiempo venía germinando en el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA culminó esta semana con la renuncia de su director, Alberto Fernández, quien ocupaba el cargo desde 1988. El desencadenante fue la exigencia del Rectorado de la universidad para que se redujera el déficit del CBC mediante la eliminación de cargos políticos, ajuste al que se resistía el ahora ex director.
Desde que comenzó a funcionar en 1985, el CBC es el primer año de todas las carreras de la UBA. Tiene más de cien mil estudiantes y cuenta con más de 2400 docentes y casi 300 profesores. Es la unidad de la UBA con más alumnos, más sedes, una de las mayores plantas docentes y uno de los presupuestos más bajos por alumno/año: al año pasado, era de 281 pesos por estudiante.
El conflicto afloró en las últimas semanas, después de que se aprobara en abril el presupuesto de la UBA. Entre las resoluciones que detallaban la distribución de los 323 millones de pesos dentro de la universidad y las normas que aprobaban un aumento para los sueldos docentes y no docentes, se incluía un artículo que ya entonces generó discusiones. Allí se indicaba que para terminar con el rojo de las unidades académicas se debía reducir: la masa salarial de personal equiparado a autoridades superiores; la dedicación y/o el número de autoridades; el personal que haya accedido a la jubilación; y el personal que revista como contratado, interino o temporario.
En el caso del CBC, la Secretaría de Hacienda del Rectorado le reclamó al todavía director Fernández que redujera la planta política para achicar el millón de pesos que tiene de déficit. El ciclo básico, además de un director, tiene las siguientes secretarías: Académica, General, de Alumnos, de Coordinación Administrativa, de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil, de Investigación; además de secretarios al frente de siete de sus doce sedes. No sólo eso. También existen otras siete prosecretarías: Académica, Técnica, de Planificación, de Alumnos, Económico-financiera, Bienestar Estudiantil y una prosecretaría en la sede de Ciudad Universitaria. Según su antigüedad, un secretario puede cobrar entre dos mil y algo más de tres mil pesos por mes.
Para Hacienda, al CBC debería bastarle con una secretaría académica y una administrativa. Uno de los argumentos que se esgrimió fue que en el Rectorado de la UBA sólo funcionan cinco secretarías. Y el rector Guillermo Jaim Etcheverry ha explicado que, como el gobierno de la UBA aprobó un presupuesto, su responsabilidad es ocuparse de que todas las unidades lo cumplan y se adecuen a sus créditos.
Uno de los funcionarios del CBC confió a Página/12: “En el ajuste que reclama el Rectorado hay una parte justa y otra injusta. Es cierto que hay cargos con rentas que no se justifican y también quedan varios ñoquis. Las sedes podrían funcionar con coordinadores. Pero también quieren ajustar las publicaciones, la investigación y otras actividades fundamentales. Porque lo que quieren es que el CBC sea un enseñadero, no una unidad académica”.
Es que con los reclamos pro y contra el ajuste se cruzan proyectos enfrentados respecto del futuro del CBC. Algunos decanos y consejeros superiores quieren que las facultades tengan más incidencia en el ingreso de alumnos. Los docentes y profesores del ciclo reclaman la institucionalización del CBC como una unidad académica más y el derecho a participar del gobierno colegiado de la universidad. El propio rector, desde que asumió, ha repetido que quiere “un ciclo básico más básico y más común”, aunque en estos días ha reconocido que “no va a haber cambios en el corto plazo” porque no hay consenso.
Con los cambios cundió la inquietud entre los docentes. “Es positivo que se reduzca la planta política, pero hacen falta más fondos para aumentar las dedicaciones de los docentes del CBC, que son los que están en peorescondiciones en la UBA”, dijo Daniel Ricci, titular de Aduba. Desde la AGD, Oscar González, secretario general de la comisión interna, advirtió: “Con todo esto empieza una política de ajuste sólo basada en cuestiones económicas, no académicas”. Hoy, a las 15, habrá una asamblea docente en Ciudad Universitaria. A la vez, hoy habría una reunión entre el Rectorado y los jefes de departamentos del ciclo básico.
Mientras, la renuncia de Fernández fue aceptada por el rector ad referéndum del Consejo Superior de la UBA, que debería darle despacho en su próxima sesión. La dirección del ciclo quedó en manos de Eduardo Laplagne, hasta ahora secretario académico. Tras asumir, Laplagne dijo a los docentes y trabajadores que el CBC continuaría como primer año de los estudios universitarios y los invitó “a seguir trabajando con la misma fuerza y el mismo entusiasmo en este CBC que tanto defendemos”.