Por Federico Schuster y Eduardo Grüner *

La semana pasada el profesor Aníbal Ford publicó una nota de opinión en la que nos acusa de no defender las Ciencias de la Comunicación, en virtud de que el Consejo Superior de la UBA resolvió no asignar becas estímulo a los estudiantes de esa carrera. Pero a esa columna le faltan muchas precisiones necesarias. En principio, y aunque no opaca la cuestión, sí se asignaron becas de maestría y doctorado a las Ciencias de la Comunicación. En segundo lugar, el firmante de la columna omite decir que fue director de una postulante que no obtuvo beca al igual que otras nueve. Y que, cuando sus becarios sí fueron asignados favorablemente en convocatorias anteriores, ninguna queja hubo por la “defensa del campo”. En tercer lugar, hay muchos docentes e investigadores del país que vienen bregando hace largo tiempo para que las Ciencias de la Comunicación tengan cabida propia en las nomenclaturas del sistema científico, lo cual es curiosamente no reconocido por el firmante. También es particularmente agraviante que se nos plantee que no defendemos el campo en los distintos roles que nos toca jugar a la fecha. La Facultad de Ciencias Sociales, y la Carrera de Comunicación como parte de ella, cuestionaron y objetaron institucionalmente los modos de conformación y rearmado de las comisiones evaluadoras que tuvieron a su cargo la decisión sobre estas becas. Cuestionamos desde el primer momento que el Consejo Superior modificase la nómina de composición de los evaluadores elevada por nuestra facultad y posteriormente conformara una comisión ad-hoc que intervino en lo actuado por los especialistas en ciencias sociales y humanidades. En estos días la facultad y la carrera en conjunto estamos ampliando la formación disciplinar en el grado (proyecto de Profesorado en Comunicación) y el posgrado (proyecto de Maestría en Periodismo). Claro que lo hacemos en la universidad pública y con una orientación independiente. Entonces, ¿acaso debemos entender que nos reclama no haber hecho lobby frente a los evaluadores de las becas, entre ellos la del interesado? ¿Qué otra defensa estaría exigiendo si no, en esta circunstancia?
La lucha por el reconocimiento del campo disciplinar –las Ciencias de la Comunicación– involucra a muchos docentes e investigadores que trabajan por ello permanentemente. Y se hace todos los días, adentro de las aulas y en los ámbitos de debate e investigación. Y ello involucra que los profesores tengan salarios dignos y posibilidades de investigar y publicar y los estudiantes tengan condiciones dignas de aprendizaje y capacitación. En este sentido, nos permitimos afirmar que las dificultades que atraviesa hoy la carrera como parte de la facultad, más que provenir de nuestro desinterés como autoridades, proviene justamente de lo contrario. El reclamo por el edificio, por los salarios docentes y sus designaciones, por un aumento presupuestario para la Facultad de Ciencias Sociales –lo que también implica la defensa de la disciplina, nuestros becarios e investigadores– son algunos ejemplos que la opinión pública ha venido leyendo en estas mismas páginas.
* Decano y videcano de Ciencias Sociales. También firman Damián Loreti (director de Ciencias de la Comunicación), Mariano Mestman (secretario académico de esa carrera) y Silvia Lago Martínez (subsecretaria de Investigación).