“La universidad se calló mientras el país era destruido. Aplicó la lógica de la atomización y disgregación impulsada por el Banco Mundial, y se hizo cómplice de esta destrucción previsible que nos abarca hoy a todos.” Con ese diagnóstico sobre la Universidad de Buenos Aires, suscripto por intelectuales como David Viñas, Osvaldo Bayer, Ricardo Piglia, Eduardo Grüner, Rubén Dri y Horacio González, otro nombre acaba de sumarse a los candidatos a ocupar el rectorado que desde hace 16 años atesora el radical Oscar Shuberoff: se trata del filósofo León Rozitchner. “La universidad debe autoconvocarse para constituirse, como en sus grandes momentos históricos, en una institución nueva”, dice el manifiesto con que esos profesores anuncian su decisión de impulsar un proyecto alternativo para la UBA. Proyecto cuya fuerza es, por ahora, fuertemente simbólica y con escasa representación entre los consejeros que tendrán voto en la asamblea universitaria.
La elección del sucesor de Shuberoff se hará el próximo martes 26. Hasta ahora, los candidatos son el ex decano de Medicina Guillermo Jaim Etcheverry; la actual vicerrectora de la universidad, Susana Mirande; la secretaria de Asuntos Académicos, Alicia de Camilloni; y el ex decano de Ciencias Veterinarias, Aníbal Franco. Esas candidaturas nuclean a diversos sectores políticos (radicales, peronistas, frepasistas y ex frepasistas, entre muchos otros), pero ninguna representa genuinamente a la izquierda y los independientes.
“Las propuestas que vienen de la derecha y el centroderecha, como las que están presentes, nos movieron a presentar otra propuesta diferente, con una filosofía más universalista, diferente a la de esta universidad burocrática, administradora y sometida al partidismo –dijo Rozitchner a Página/12–. Frente a la penuria y a la decadencia de ciertos representantes de la UBA, un grupo de intelectuales decidió sostener otra posibilidad. Fui elegido yo, como podría haberlo sido cualquier otro miembro del grupo.”
Además de los ya citados, entre quienes postulan a Rozitchner se cuentan los profesores Américo Cristófalo, Eduardo Rinesi, Christian Ferrer y María Pía López. En su mayoría pertenecen a las facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras, aunque también integra el grupo Juan Molina y Vedia, de Arquitectura. “Para nosotros, esta propuesta tiene sobre todo un valor simbólico, el de hacer aparecer una verdadera alternativa”, comentó el flamante candidato.
El manifiesto que impulsa a Rozitchner critica y propone los siguientes puntos:
- “La universidad radical se conformó durante el menemismo como isomorfa a la lógica del neoliberalismo, tanto en la investigación como en la enseñanza... Una vez recuperada una verdadera representatividad, debe darse una perspectiva y objetivos que la incorporen críticamente a las grandes decisiones políticas y sociales.”
- “La mediocridad de sus directivos y representantes instauró el desaliento: condujo a la falta de un planteo productivo e innovador; su función orientadora en el camino del saber fue abortada. Por eso queremos devolverle a la UBA la denominación de Nacional que le fue escamoteada. La nación, como comunidad de personas, debe ser el objeto fundamental del cual reciben su sentido todos los horizontes de la actividad universitaria.”
- “Acusamos a las autoridades de la UBA de complicidad con los poderes que han convertido a la Argentina en una triste y misérrima colonia (ideológica, económica, cultural y política) de los capitales internacionales. Queremos construir con todos sus integrantes un destino colectivo y solidario.”
- “La globalización científica, carente de una visión filosófica que la incluya dentro de los grandes interrogantes de la vida humana, acentuó la particularidad de los ámbitos especializados, excluyéndolos de lasrelaciones que mantiene con todos los otros. La falacia de un conocimiento objetivo y neutral encubre así su pertenencia a una polis en el acto mismo de su propio ejercicio.”
- “El objeto de la ciencia y del pensamiento es una actividad social y política en su fundamento mismo. Saber que debería unificar en cada sujeto pensante su conexión con la totalidad social a la que todos los saberes se refieren. La excelencia dentro de un saber neutral no basta para definir el quehacer universitario. Tienen también un saber de excelencia los economistas de Chicago y los científicos dedicados a la guerra.”
- “A la universidad se le ha succionado y adormecido la voluntad de transformar la realidad. Hay que preparar a la universidad para esta nueva lucha histórica contra la barbarie disfrazada de globalización y de tecnociencia.”