UNIVERSIDAD
Una expresión de deseos para poder soñar con la recuperación de la UBA
El gobierno de la universidad reclama que se le dupliquen los fondos públicos en 2004 para poder aumentar los sueldos y las becas.
› Por Javier Lorca
“Para cumplir con sus funciones básicas”, la Universidad de Buenos Aires (UBA) precisa que el Estado le duplique su presupuesto. El reclamo fue pronunciado por el rector Guillermo Jaim Etcheverry al presentar un anteproyecto que advierte cuántos recursos necesitará la casa de estudios en 2004. Este año, los fondos públicos sumaron 323 millones de pesos, mientras las expectativas de la UBA para el próximo ascienden a 684 millones. La probabilidad de que el Congreso apruebe semejante incremento es casi igual a cero. No obstante, el rector estimó que el reclamo es “moderado”. “Puede parecer una cifra muy abultada –dijo– pero, en realidad, en moneda constante sería equivalente al presupuesto de 1996. Esa cifra ni siquiera atiende el crecimiento vegetativo de estudiantes y docentes.”
Por primera vez en años, la UBA cumplió con su obligación de elaborar un anteproyecto detallando sus necesidades presupuestarias para el ciclo siguiente (según reza el artículo 85 del estatuto universitario). Lo hizo el rectorado a partir de los requerimientos presentados por las diferentes facultades y unidades de la institución. El pedido fue aprobado por el Consejo Superior y ya fue girado al Congreso y al Gobierno.
Los argumentos tendidos para sustentar el reclamo son varios. Uno es la pérdida del poder adquisitivo. En 1996, la UBA recibió 274 millones de pesos y este año, 323. “De calcularse el presupuesto 2003 en pesos de 1996, ajustándolo por el índice de precios internos mayoristas elaborado por el Indec, se comprueba que su monto real es de sólo 159 millones.” Así, para contar ahora con un presupuesto similar al de entonces, harían falta 658 millones. Eso, sin tener en cuenta que hace siete años había 183 mil alumnos atendidos con 21.688 cargos docentes, mientras que hoy hay 325 mil estudiantes y, por falta de recursos, los cargos docentes sólo treparon a 24.218. Otro argumento pesado es que el 47 por ciento de los docentes que tienen la suerte de cobrar recibe salarios de bolsillo inferiores a los 200 pesos mensuales. Y el 67 por ciento, inferiores a 300 pesos. “Salarios que son, en realidad, telegramas de despido”, parafraseó el rector. Sin buscar ejemplos muy lejanos, Jaim Etcheverry recordó también que la Universidad de San Pablo (Brasil), con 70 mil alumnos, tiene un presupuesto de 440 millones de dólares frente a los actuales 111 millones de la UBA.
El rector planteó la necesidad de contar el año entrante con un presupuesto público de 684 millones (además de otros 158,9 de recursos propios) para “iniciar con responsabilidad y realismo el camino de la recuperación de la UBA”. Desgranó que, entre otras cosas, con esos fondos se podría:
- Aumentar en un 40 por ciento los salarios de los docentes y empleados (mediante una inversión de 149,4 millones).
- Crear nuevos cargos docentes para atender el crecimiento de la matrícula (43 millones).
- Incrementar la dedicación de los cargos docentes (7 millones).
- Aumentar la inversión en la tarea asistencial que brinda la UBA a través de sus hospitales (6,4 millones).
- “Realizar obras de mantenimiento e impostergables en los numerosos y obsoletos edificios de la universidad ya que... su situación actual pone en riesgo la seguridad de personas y bienes” (16,5 millones).
- Iniciar la remodelación del nuevo edificio de Sociales (3,1 millones).
- Empezar a renovar el equipamiento de ciencia y tecnología (23 millones).
- Financiar 700 nuevas becas de investigación (7 millones) y quince proyectos estratégicos (7,5 millones).
- Duplicar las actuales mil becas de ayuda económica a estudiantes (3,7 millones). Además del pedido de recursos, el gobierno de la UBA también está solicitando un cambio en la modalidad de transferencia de recursos hacia las universidades para evitar la constante mora (a la UBA se le adeudan 48 millones del 2002 y todas las partidas para gastos del actual) y que se consulte a las casas de estudios para confeccionar el presupuesto del sector.
De todos modos, lo expuesto no pasará de ser una elaborada expresión de deseos. El proyecto que preparó el Poder Ejecutivo y el que ahora definen los legisladores apenas contempla un incremento para el presupuesto global del sistema universitario: lo llevaría de 1991 millones a poco más de 2100. El propio Jaim Etcheverry lo sabe. Consultado por Página/12 acerca de sus expectativas, respondió: “Sé que este año llegamos un poco tarde, la discusión presupuestaria ya está avanzada. El año que viene lo vamos a hacer antes. Pero espero que la gente tome conciencia de las necesidades de la universidad”.
Subnotas