En medio de los reclamos presupuestarios y salariales de la comunidad universitaria, el presidente Mauricio Macri recibió ayer a un grupo de rectores y anunció una partida de “más de 500 millones de pesos para acompañar el costo del funcionamiento” de las casas de estudios, afectadas por el tarifazo a los servicios aplicado por el propio gobierno nacional. El presupuesto del sistema universitario nacional en 2016 es de 51,9 mil millones de pesos, y cerca del 85 por ciento se destina al pago de salarios, para los que no se anunció ningún aumento –de hecho, están trabadas las paritarias docentes–. Algunos rectores consideraron positivamente la medida de Macri, mientras que otros alertaron que los fondos anunciados resultan insuficientes.

“Esto demuestra la importancia que tiene para nosotros el rol de la universidad pública”, dijo el Presidente al dar a conocer su decisión de mejorar en un 1 por ciento el presupuesto del sector.

Macri hizo el anuncio en Casa Rosada, después de recibir a unos 30 rectores de universidades nacionales. Según calculó el Gobierno, en la actualidad el pago de los servicios públicos representa el 18 por ciento del total de los gastos de funcionamiento de las universidades: los 500 millones se destinarían a pagar los incrementos en los servicios públicos (electricidad, gas, agua, etc.), para los que el presupuesto aprobado el año pasado –antes de la devaluación, la creciente inflación y el aumento de tarifas– no daba abasto.

Si bien el comunicado oficial de Casa Rosada indicó que “con la partida extra de 500 millones se busca que (las universidades) puedan afrontar los mayores costos producto del sinceramiento de las tarifas”, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, estimó que “no sólo será para pagar las tarifas: es un poco más amplio”. Bullrich descartó que se vaya a “hacer un ajuste” y se comprometió a “resolver problemas puntuales de cada institución, para que todas puedan seguir funcionando”.

El gobierno nacional también anunció, como ya se había informado, que el Ministerio de Educación, las universidades y la Secretaria de Energía acordarán un plan de uso eficiente de la energía, que “contemple la revisión y recategorización de las tarifas contratadas, la capacitación del personal universitario para el cumplimiento de la racionalización energética, y un plan de reconversión y reorganización de la infraestructura universitaria que permita cumplimentar metas de uso eficiente de la energía”.

Rectores

El presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Guillermo Tamarit, estimó que el refuerzo presupuestario “apunta a resolver el desfasaje del cuadro tarifario que tienen que afrontar las universidades. Fue muy bueno el aumento en ese sentido”, señaló el rector de la Unnoba, alineado con bloque radical del CIN. “Estamos esperanzados y expectantes”, dijo el rector de la UBA, Alberto Barbieri. “Dijeron que se iban a hacer cargo de la situación y expectantes porque estamos a la espera de una resolución definitiva.” Barbieri dijo que, en el caso de la UBA, para pagar tarifas se requieren unos 150 millones de pesos.

En el encuentro con el Presidente, los rectores escucharon los anuncios de Macri. Luego, ya sin el Presidente, mantuvieron un diálogo con Bullrich, a quien le plantearon sus principales preocupaciones: la necesidad de nuevas mejoras para un presupuesto desfasado por las condiciones económicas de los últimos meses; la preocupación por el atraso en la transferencia de las partidas presupuestarias; la urgencia de un incremento salarial para docentes y no docentes, en acuerdo con los gremios; y pidieron la continuidad de las obras de infraestructura.

El bloque de rectores afín al peronismo advirtió anoche, mediante un comunicado, que “ninguno de los problemas enunciados ha tenido respuestas precisas ni suficientes en la reunión” sostenida con Bullrich y que “los 500 millones anunciados por el Presidente ante los medios –y no en la reunión con los rectores–” sólo representan “el 4,5 por ciento del presupuesto correspondiente a gastos de funcionamiento, lo que queda muy por debajo de la inflación acumulada en lo que va del año. La declaración firmada por rectores de más de veinte universidades concluye: “De mantenerse esta situación en el tiempo, las universidades públicas verán resentidas sus actividades de formación, de investigación, de extensión y de vinculación con la comunidad y con ello, el cumplimiento de la función social para la que han sido creadas”.

“Parches”

Las organizaciones de docentes y estudiantes también criticaron el anuncio oficial. “Los 500 millones son parches que no terminan con el problema presupuestario. Además, nada garantiza que se frene la inflación y terminen los tarifazos. Bienvenido sea que el Gobierno se acuerde de las universidades nacionales, pero no es con parches que se van a resolver los problemas”, dijo Verónica Bethencourt, secretaria adjunta de la federación docente Conadu.

Desde la FUBA, Julián Asiner (PO) coincidió: “Los 500 millones de Macri sirven para contentar a los rectores pero no para resolver los problemas de la universidad. Los 500 millones, distribuidos entre las 49 universidades nacionales, son una gota el océano del ajuste”. Para Adrián Lutvak (La Mella), el otro copresidente de la federación estudiantil, “el anuncio de Macri está muy lejos de resolver la crisis presupuestaria de las universidades y de la UBA en particular. Esto, sumado al conflicto que vienen llevando nuestros docentes, a los que tan sólo les ofrecen un 15 por ciento de aumento, y los no docentes, que entran en paro nuevamente este jueves, ponen a la universidad en una situación crítica”. Docentes y estudiantes confirmaron una movilización a Plaza de Mayo el jueves 12, en reclamo de un incremento presupuestario para las universidades, un aumento salarial para los trabajadores de las casas de estudios y el boleto educativo.