–La inversión privada, en Argentina, no llega al 20 por ciento del total invertido en CyT. Mientras, en los países desarrollados, Estados Unidos por ejemplo, el 70 por ciento de la inversión proviene del sector privado.
–Sí. Esa es la otra cuestión sobre la que he recibido precisa instrucción del Gobierno: aumentar la inversión privada. No es posible aceptar que todo el esfuerzo de incrementar el presupuesto caiga sobre el Estado. Debe ser acompañado por el sector productivo. Si Argentina empieza a ser un país serio, los empresarios van a empezar a pensar en inversiones a largo plazo. En el corto plazo, para competir les alcanza con un dólar alto. Pero en el largo plazo, además van a necesitar competitividad, y eso se logra incorporando conocimiento a la producción, desarrollando CyT. Confiamos en lograrlo si al esfuerzo del Gobierno por hacer un país en serio le sumamos una serie de medidas para incentivar la inversión.
–¿En qué clase de incentivos piensa? ¿Exenciones impositivas?
–Sí, pero no necesariamente. Porque las exenciones terminan siendo fondos que el Estado deja de recaudar por otro lado. Hay que diseñar otros mecanismos. Por ejemplo, facilitar la importación de equipos de alta tecnología, estimular créditos especiales, favorecer emprendimientos conjuntos entre las empresas y el sistema científico. Otra cosa que me hapedido especialmente el ministro es dar apoyo para que los jóvenes egresados puedan dedicarse a actividades productivas y, en lugar de buscar empleo, generar puestos de trabajo.