Según el decano de Derecho, Atilio Alterini, “las grandes líneas de la reforma aprobada para la carrera de Abogacía se elaboraron por consenso, con la participación de profesores, graduados y estudiantes en reuniones públicas”. No obstante, admitió, “consenso no implica unanimidad”. En este caso, implica las críticas de las dos agrupaciones mayoritarias de la facultad (la socialista Nuevo Derecho y la independiente NBI).
- “En principio, nos parece positivo que se actualice el plan de estudios. Hubo muchos cambios en la sociedad y no puede ser que el derecho no los estuviera estudiando. También es fundamental la incorporación de un idioma y el aumento de las horas cátedra”, dijo Pablo Gordon Daluz, dirigente de Nuevo Derecho (MNR), la agrupación que el año pasado terminó con la hegemonía de Franja Morada. “Con lo que no estamos de acuerdo es con la metodología con que se aprobó la reforma: faltó discusión, faltó un debate mucho más prolongado. Este apuro tuvo que ver con que los consejeros estudiantiles que aprobaron la reforma (de Franja Morada) dejan sus cargos en marzo, porque fueron rechazados por los alumnos en las últimas elecciones.”
- Para Facundo Taboada, miembro de NBI y electo como consejero por la minoría, también era necesario realizar una reforma académica. “Pero fue mal manejada. Nosotros pusimos toda la voluntad para abrir el debate, incluso organizamos una jornada de discusión. Pero las autoridades tuvieron una clara voluntad de escaparle al pluralismo y la discusión: aprobaron la reforma una semana después de la última sesión prevista, con la facultad desierta, vacía. La gran mayoría de los 30 mil estudiantes de Derecho no sabe nada de esta reforma. Además, en los contenidos se dejaron afuera cuestiones centrales, costados fuertemente políticos y económicos.”